sábado, julio 29, 2006

Restos de verjas

restos de antigua verja victorianaUna de las curiosidades que se puede encontrar paseando por las calles de Bristol son algunos muretes recorridos en su parte superior de salientes chatos de metal. Se trata de las marcas de antiguas verjas victorianas de hierro que fueron retiradas durante la II Guerra Mundial para su refundición y uso en la industria bélica. La mayoría fueron repuestas posteriormente, pero los restos de las que no aún permanecen en muchos lugares, bordeando parques, iglesias o cementerios.

martes, julio 25, 2006

Ashton Court Festival

PanorámicaEstamos ya en pleno verano y llega la sucesión de festivales que se celebran en Bristol durante estos meses. El pasado fin de semana se celebró el de Ashton Court. Este evento intenta dárselas de festival de música en la onda del de Reading o incluso Glastonbury, pero es un quiero y no puedo. La música, sin duda, es la protagonista del festejo, y siempre hay varias carpas y escenarios por los que pasan decenas de grupos locales de los estilos más diversos, pero el nivel suele ser siempre bastante modesto. Los cabezas de cartel suelen ser artistas en el crepúsculo de sus carreras. Este año eran Simple Minds, y la ultima vez que fui era Robert Plant. Afortunadamente, siempre suele haber alguna banda de calidad con la que pasar un buen rato.

FestivaleraDe los dos días en los que se desarrollaba, escogí el domingo para visitarlo. Me presenté sobre el medio día con la intención de pasar el resto del día allí. El clima era excelente: soleado y caluroso, lo cual atrajo a más visitantes que de costumbre. Pasé un buen rato observándolos. La gran mayoría eran más jóvenes que yo: mozos de torsos desnudos, contentos de poder lucir en público los frutos de sus horas de gimnasio, y mozas un poquito más tapadas con partes de arriba del bikins. Me sorprendió encontrarme con un montón de miembros de un colectivo que no suele figurar prominentemente en las calles británicas: el que, a falta de mejor palabra, denominaré "alternativos". Se los veía por todos lados, con su aspecto desaliñado y sus rastas, achinchetados de arriba a abajo y malabareando con sus poi pois y sus diábolos. Pero todas las tribus urbanas, sin excepción, se daban al pasatiempo nacional inglés: beber. Había un par de carpas vendiendo bebidas alcohólicas de calidad bastante buena: cervezas "Bath Ales" y una curiosa sidra de pera. Pero la mayoría de la gente se traía su propia bebida: latas de cerveza y botellas de cocacola de 2 litros rellenas de ponche. Una vez consumido su interior, los recipientes pasaban a formar parte de la capa de mierda que progresivamente fue cubriendo la superficie del parque. Los españoles nos autoconsideramos guarros, pero los ingleses no nos van muy a la zaga.

Spanish Flamenco DressesAparte de la música y la bebida, otra de las diversiones disponibles era pasear por las filas de tenderetes, vendiendo lo habitual de los mercadillos: camisetas de mala calidad con lemas a favor de la marihuana, bisutería diversa y ropa de inspiración étnica. El punto extravagante lo ponía una tienda que vendía vestidos de faralaes (de calidad cuestionable). Había también un puñado de atracciones de feria: norias, sillas voladoras y una espectacular catapulta que lanzaba con violencia hacia arriba un cestillo lleno de incautos humanos.

Puestos de comidaPero lo que más me entusiasmó, como siempre, fueron los puestos de comida. Yo soy un poco tragón, y para mí son siempre uno de los mayores atractivos de los festivales ingleses. Lo que más me gusta no es tanto la calidad (bastante mediocre) sino la tremenda variedad. Decenas de remolques y casetas vendían comida de todo tipo: mejicana, tailandesa, japonesa, italiana, india, y por supuesto las típicas hamburguesas y perritos calientes. Este año, sin embargo, el gran descubrimiento fue la caseta de Pieminister, una empresa bristoleña que fabrica pies (pasteles de carne) de muy buena calidad, con los que provee a un buen número de pubs de la ciudad. El clima no era el más apropiado, pero de almuerzo me puse las botas con un Matador Pie regado de gravy y con una bola de puré de patata encima. Pura poesía.

Escenario principalMe quedé hasta las diez y pico de la noche. Hacia el final de la jornada el nivel de los grupos que tocan sube, y pude disfrutar de la actuación de Babylon Circus, una banda francesa que tocaban una especie de ska mestizo que a ratos me recordaba a Mano Negra. Muy buenos músicos que nos hicieron pasar un buen rato. Después de su actuación me dio tiempo de ir a curiosear unos minutos al escenario principal, donde tocaban Simple Minds. No sonaban tan mal como esperaba, y el cantante Jim Kerr se movía por el escenario con vigor y ganas de divertir al público, pero ya era tarde y quería evitar el mogollón del final del concierto, así que me volví a casa. Tuve que dar un soberano rodeo; otros años había podido cruzar el puente colgante de Clifton y llegar a casa en veinte minutos, pero desde que un par de ediciones atrás éste estuviese a punto de venirse abajo por el peso de los centenares de personas que lo atravesaban se decidió cortarlo en los días del festival.

Este finde que viene seguirá la marcha: se celebra el Festival del Puerto. Es de tintes más modernillos, con espectáculos de luz y sonido y un tono más artistero. El año pasado me encontré un puesto de churros en Queen´s Square. No puedo faltar.

jueves, julio 20, 2006

Aquí sí hay playa

TenbyEl fin de semana pasado, aprovechando el espléndido tiempo correctamente pronósticado (esta vez sí) por la BBC, estuve con unos amigos en Tenby. Se trata de un pueblecito costero situado en el extremo suroeste de Gales, con un encanto lo suficientemente robusto como para aguantar bien las multitudes de excurionistas que lo visitan en esta época del año. Cuenta con un puñado de atracciones interesantes: una muralla medieval bastante bien conservada, una fortaleza ubicada en un peñón a unas pocas decenas de metros de la costa, un animado puerto y un puñado de coquetas callejuelas bordeadas por casas de sencilla arquitectura pintadas de colores. Cuenta también con una oferta bastante digna de restaurantes y sitios de copas.

South BeachPero sin duda el mayor gancho de Tenby son sus playas. El primer día estuvimos en una situada en las afueras, en frente de una urbanización de bungalows. La playa en sí era bastante bonita, situada entre dos calas. Lo que estropeaba por completo el ambiente relajante y sereno del mar era un puñado de idiotas montados en motos acuáticas, dando vueltas a pocos metros de la orilla y armándo un estruendo con su ruido de motores. Al siguiente día estuvimos en una playa situada en el propio pueblo, y fue mucho mejor. Estaba llena de niños chapoteando y adultos tomando el sol, colorados como cangrejos de río, pero el agua estaba cristalina (aunque fría) y las vistas del pueblo en lo alto del acantilado eran bastante espectaculares.

Seguramente a algunos españoles les extrañe descubrir que en el Reino Unido haya playas que atraen a un número respetable de bañistas. El hecho de que anualmente miles de británicos se desparramen por las costas de nuestro país no parece indicarlo, pero en Gran Bretaña se pueden encontrar playas realmente buenas, ostentando banderas azules. Evidentemente, el motivo por el que muchos de sus habitantes prefieran irse a disfrutar de las olas en España u otros países europeos es el clima. Durante los veranos británicos hay muchos días soleados y calurosos, pero también otros más frescos y lluviosos, y lo peor de todo es que son imposibles de predecir con más de un par de días de antelación.

RhossiliTodo esto no significa que no se pueda disfrutar de fantásticos fines de semana en alguna localidad costera del Reino Unido. A lo largo de estos años he podido visitar unas cuantas playas por el país. La que más me ha gustado, sin duda, es la de Rhossili. Se encuentra en el sur de Gales, concretamente en la península de Gower, cerca de Swansea y a unas dos horas de Bristol. Esta gigantesca playa se extiende durante varios kilómetros de espaldas a unas colinas. Desde el brusco desnivel donde comienza la arena hasta el la orilla del mar hay varios centenares de metros de superfie plana. Cuando fui no había mucha gente, o quizás era el vasto tamaño del lugar el que hacía que lo pareciese. No daba la impresión de ser una playa visitada por muchos excursionistas. La aldea cercana tampoco tenía para nada aire de pueblo playero. No recuerdo que contase con los equipamientos habituales de estos sitios (puestos de helados, bazares, etc). La propia playa era bastante agreste, sin duchas ni puesto de socorrista. Tengo muy buenos recuerdos de esa excursión, no sé si por lo agradable de la sensación de estar en un lugar alejado de las multitudes o por la soberbia barbacoa que preparamos en la arena.

BrightonOtras playas que he visitado se encuentran en el sur de Inglaterra: Eastbourne, Hastings, Brighton y Bournemouth. A lo largo de este litoral se encuentran las localidades playeras más concurridas de Inglaterra. Y con más solera: estos destinos ya eran populares para veraneantes en la época victoriana, allá por la segunda mitad del siglo XIX. Ciento y pico años después siguen atrayendo a multitudes de turistas. Las playas en sí no suelen ser muy buenas: sucias, casi siempre de piedras y abarrotadas de gente en los días que hace bueno. Afortunadamente, las ciudades en donde se encuentran ofrecen con un montón de entretenimientos alternativos.

Los más llamativos son los piers. Se tratan de plataformas artificiales que se proyectan desde la orilla hasta varias decenas de metros sobre el mar. Las más grandes cuentan con auténticos mini-parques de atracciones en los que se pueden encontrar quioscos de helados, tiendas de regalos, salones recreativos, miradores, atracciones de feria y muchos otros entretenimientos. En el de Brighton creo que había incluso un circuito de karts.

Mejores playas se pueden encontrar en el extremo suroccidental de Inglaterra. Cornualles cuenta con un buen número de localidades que atraen a bastante gente. De ellas sólo conozco la de Polzeath, que no me gustó mucho: el pueblo era feo y aburrido y la playa sucia y abarrotada de gente. Más al noreste, en la costa del condado de Devon, se encuentra Woolacombe. Se trata de un pueblecito con una playa muy agradable. Aunque no es muy conocido, el par de veces que he estado había bastante gente. Aunque debía de tratarse de excursionistas de un día porque por la noche el sitio quedaba desierto. Es también un lugar bastante popular entre surferos: hay unas cuantas tiendas que venden material para este deporte y donde también se puede alquilar tablas y trajes de neopreno.

Quizás la playa más extrema en donde he estado es la de Achnahaird, en el norte de Escocia. Eso sí que estaba en el culo del mundo. La playa era realmente virgen, pero el agua estaba helada. Aún así, me atreví a darme un chapuzón.

Más Fotos de Tenby en Flickr

miércoles, julio 19, 2006

En la radio

Mañana jueves voy a intervenir en un segmento del programa "Hoy por Hoy" de la Cadena Ser, en el que se tratará el tema de la emigración española actual. Se hablará de cómo en el pasado quienes emigraban del país para ir a trabajar en Europa eran los de procedencia más humilde o desfavorecida, y en estos tiempos por el contrario quienes se van son los más preparados.

Mi participación se limitará a una corta entrevista en directo de un par de minutos, en la que me imagino que me preguntarán por mi experiencia personal viviendo fuera de España. Igual al final ni intervengo; ya se sabe que estas cosas de los medios de comunicación son muy dinámicas y propensas a los cambios de última hora. En cualquier lugar, el programa promete ser interesante. Se emitirá a las 10 de la mañana hora española (9 en el Reino Unido). Se podrá escuchar por Internet.

Actualización, 20 de julio 13h
El corte de audio está ya disponible en la página web del programa. Ha consistido en un pequeño reportaje con testimonios de jóvenes que trabajan fuera de España, seguida de mi intervención y la de otro joven que se va a ir a trabajar a EE UU, intercaladas ambas por los comentarios de un sociólogo.

Mis contestaciones a las preguntas de la entrevista no es que sean magistrales pero creo que he mantenido el tipo. Yo soy muy bobo y para estas cosas me suelo poner nerviosísimo.

viernes, julio 14, 2006

Cabezazos

Uno amplía sus conocimientos del idioma inglés de las formas más insospechadas. El pasado lunes, en medio de la resaca mundialera, aprendí una expresión nueva: head butting (poco después aprendí su equivalente en francés: coup de boule). Enriquecer el vocabulario propio es algo que siempre se agradece, aunque no creo que sea una expresión que vaya a usar o escuchar muy a menudo, ahora que Zidane se ha retirado. Aunque dado el prestigio de este jugador no me extrañaría que le surgiesen imitadores. Seguro que Rooney observó entusiasmado el cabezazo del francés: le servirá de inspiración para enriquecer su repertorio de modales bruscos.

Por cierto, que los medios ingleses, con su gran perspicacia, han descubierto el verdadero motivo del incidente: "Creemos que, al contrario de lo que la mayoría cree, el derribo de Materazzi fue provocado no por las referencias de éste a la madre de Zidane y a sus raíces argelinas, sino por un comentario sugiriendo que el vino italiano era de calidad igual o superior a su equivalente francés".

(por cierto, recomiendo este otro festival de animaciones zidanescas)

miércoles, julio 12, 2006

Sobre dos ruedas

Esta semana leía en elpais.es este reportaje sobre el atraso de Madrid (extensible a la mayoría de las ciudades españolas) a la hora de popularizar la bicicleta como medio de transporte. Las reticencias de las autoridades madrileñas y de la población de la capital a la hora de apostar por este modo de transporte son un bochornoso signo de subdesarrollo. Recuerdo como, en un interraíl que hice hace diez años, me maravillaba de lo en serio que en casi todas las ciudades europeas que visité se tomaban este medio de transporte, equipando extensas redes de carriles bici. En Copenhague incluso me encontré con una curiosa iniciativa: el ayuntamiento había repartido por la ciudad puestos de préstamo gratuito de bicicletas, que podían ser liberadas de su anclaje insertando una moneda, como los carritos de los supermercados. Recientemente, en una visita a Berlín, observé que allí tenían en marcha un esquema similar: por las calles se podían encontrar unas aparatosas bicicletas, disponibles para ser alquiladas mediante el teléfono móvil.

En Madrid, sin embargo, desde que tengo uso de razón no se ha tomado ninguna medida seria para fomentar el uso de la bici. Y es una lástima: con su clima predominantemente seco y la ausencia de grandes pendientes, es una ciudad que podría ser muy acogedora para el ciclismo. El único punto negativo que veo es la agresividad de la conducción madrileña, que seguro que asustaría a no pocos.

En el Reino Unido, la bicicleta quizás no esté lo extendida que está entre otros países europeos pero es definitivamente una opción seria de transporte. Hace poco, el nuevo líder de los Conservadores británicos, David Cameron, en una eficaz jugada mediática apareció fotografiado en todos los periódicos montado en una bici en su trayecto de todos los días desde su casa en Notting Hill hasta el Parlamento (después se supo que detrás iba el coche con su chófer llevándole el maletín y los zapatos).

En Bristol hay carriles bici habilitados en tramos de las principales calles, y se ve a mucha gente haciendo uso de ellos. En mi trabajo hay mucha gente que va a la oficina en bicicleta. Y no estoy hablando de los más jóvenes; varios de los jefes se ponen el mallot todos los días del año y pedalean varios kilómetros haga frío, calor o lluvia. En España esto sería considerado una conducta excéntrica.

Por mi parte, he de reconocer que voy en coche. Desgraciadamente no tengo sitio en mi piso donde guardar la bici; aunque he de admitir que aunque lo tuviese posiblemente sería demasiado perezoso para hacerme veintipico kilómetros diarios entre ida y vuelta. No creo que se trate de ser un fanático de este medio de transporte y renegar del coche. Al contrario, lo que habría que hacer es dejar el coche para los trayectos medios y largos y usar la bici para los desplazamientos cortos, aquellos para los que andando se tarda demasiado. No sólo es una manera mucho más razonable de hacer ejercicio que apuntarse un gimnasio: se ayuda a descongestionar la ciudad y se ahorra dinero en gasolina. Algún día la gente se dará cuenta de esto en Madrid, y la ciudad se volverá un poquito más habitable.

martes, julio 11, 2006

Vente a Inglaterra Pepe

Borja hace gala hoy en su blog de una costumbre muy inglesa: las confección de listas. Nos detalla 10 razones por las que venirse a vivir a Inglaterra, con la mayoria de las cuales estoy de acuerdo. Como tantas veces he dicho, el Reino Unido es mucho mejor de lo que la mayoría de la gente piensa.

Y como todo Ying tiene su Yang, promete una siguiente entrada con 10 razones por las que largarse de aquí, que promete ser jugosa. Y es que, por mucho que nos gusté este país, y por mucho que sintamos que merece ser defendido frente a tanto infundio, nunca podremos resistirnos al placer facilón de ponerlo a parir un poquito.

Actualización 21 de julio
10 razones para huir de Inglaterra

Hasta dentro de cuatro años

El Mundial por fin terminó: Italia ganó, y Zidane rubricó el fin de su carrera de la peor de las formas posibles. Al final se me ha hecho algo pesado; a semifinales han pasado los equipos de siempre y ninguno de ellos era especialmente emocionante en cuanto a juego o carisma. Me ha pasado como a los ingleses, quienes han asistido al final del torneo con completa apatía. Instintivamente, siempre suelen estar a favor del underdog, del equipo humilde, pero en esta ocasión no había equipos desfavorecidos. Fracia, aunque al principio nadie daba un duro por ellos, no es exactamente un equipo "desfavorecido", y lo más cercano quizás fuese Portugal, aunque con su juego más propio de un equipo de natación no se han hecho muy simpáticos que digamos.

Aunque debería estar agradecido al equipo portugués. El sábado pasado, en un pub donde ponían por la tele el partido que jugaban contra los alemanes por el tercer puesto, me brindaron presenciar una situación absolutamente inaudita: ver a espectadores ingleses vitorear los goles de Alemania, su archienemigo de toda la vida. Tal era la tirria que le habían cogido a Portugal (y más en concreto, a su jugador estrella Cristiano Ronaldo) por las supuestas malas artes con las que lograron la expulsión de Rooney en el partido de cuartos.

lunes, julio 03, 2006

Matrículas británicas

CiegoUno de los clichés de las películas norteamericanas es el típico coche hortera con matrícula personalizada, al estilo de SEXGOD, generalmente conducido por el gangster o el policía glamuroso de turno. Yo siempre había pensado que sólo en los Estados Unidos serían capaces de permitir algo tan poco serio como que se puedan contratar matrículas personalizadas. Por eso, mi sorpresa fue mayúscula cuando me vine al Reino Unido y comprobé que muchos coches llevaban placas de este estilo, formando palabras con significado. Que, además, resultaban mucho más llamativas gracias al rotundo rotulado de letras enormes y gruesas que se usa en las matrículas de este país.

Con el tiempo, me enteré de las sutilezas del asunto. En el Reino Unido está permitida la compra-venta de números de matrícula. El propio DVLA (equivalente de la Dirección General de Tráfico española) tiene disponibles a la venta números de matrícula personalizados que aún no han sido asignados. Y no sólo eso, sino que los numeros más codiciados los vende en subastas que organiza cada cierto tiempo. Hay también empresas privadas que se dedican a lo mismo, e incluso hay quien lo hace a través de eBay.

Ehm...La mayoría de los números de matrícula que se compran y venden de este modo siguen el esquema de numeración habitual empleado en el Reino Unido. Éste, durante décadas, ha consistido en una letra inicial, indicativa de la la antigüedad del coche, seguida de un número entre el 1 y el 999 y tres letras aleatorias. La clave de la cuestión es que estas tres letras aleatorias pueden incluir vocales. Esto, unido al hecho de que en la tipografía utilizada tradicionalmente las letras I y O son, respectivamentes, idénticas a los números 1 y 0, permite fácilmente la formación de una variedad sorprendente de palabras como por ejemplo LIONEL, BIMBO, PIOLIN o TITAN.

HorteraSi encima hacemos uso del parecido de algunos números con ciertas letras (como el 8 por la B, el 3 por la E o el 4 por la A), las posibilidades se multiplican: B41LAR, B38IDO, F13STA... Aquí es donde las cosas empiezan a ponerse lamentables, ya que mucha gente llega a extremos rocambolescos para conseguir un número personalizado, alterando la forma de las letras y agrupándolas caprichosamente. Muchas veces se hace uso de las tapas de plástico de los tornillos de fijado, tapando por ejemplo parte de un 8 para que parezca una letra 0. Todas estas prácticas son, por supuesto, ilegales, pero deben de ser toleradas porque se ven un montón de coches así. No sé cómo pasarán la MOT.

UyUn número muy pequeño de las matrículas que se comercian no sigue los esquemas de numeración oficiales. Generalmente no son más que secuencias sencillas de números y letras sin ningún significado aunque, a juzgar por el hecho de que suelen verse colgadas de los coches más lujosos, tienen que ser carísimas. Es curioso, por cierto, que en el Reino Unido parece que conducir un coche caro no es suficiente para alardear de estatus: la matrícula también tiene que ser exclusiva.

Placa de forma raraPero el tema de las matrículas británicas no se agota aquí. La normativa que regula el aspecto de las propias placas es bastante laxa, y mucha gente las personaliza de las maneras más estrafalarias. El distintivo europeo, oficial en España y otros países, aquí es optativo. Mucha gente lo sustituye por banderas inglesas, galesas o hasta paquistaníes. Otros no se conforman ni con la tipografía tradicional, y escogen versiones de fantasía: cursivas, itálicas, con rebordes, de todo. Tampoco la forma rectangular de la placa contenta a algunos: en muchos coches, ésta es ovalada, siguiendo la forma del hueco de la parte de atrás del coche.

Tipografía raraToda esta libertad es bastante desconcertante, aunque da un aire de frescura a las calles, en estos tiempos en los que todo está ultrarregulado. De todos modos, hay indicios de que el DVLA está empezando a limitar los excesos. La venta de números de matrícula seguramente sea una fuente de ingresos demasiado jugosa como para abandonarla, pero en lo que a las demás personalizaciones se refiere este departamento gubernamental está empezando a poner un poco de orden. Hace unos años introdujo un nuevo esquema de numeración que hace más difícil la formación de palabras con significado (dos letras seguidas de dos números representando el año más una secuencia aleatoria de tres letras), y además se regularon las características de la tipografía a utilizar en las placas, de modo que ahora las letras y los números no pueden confundirse con tanta facilidad.

Es curioso cómo algo tan insignificante como el número de registro de un vehículo puede levantar tantas pasiones y mover tanto dinero. La facilidad del ser humano para ocupar espacios, por prosaicos que sean, donde expresar su individualidad (o simplemente su poderío económico) es sorprendente.

domingo, julio 02, 2006

Etiquetas

Con esto del consumo responsable, las etiquetas de los productos comestibles se van haciendo cada vez más complicadas. Ya no sólo ofrecen una detallada lista de ingredientes: también se puede leer en ellas la composición en grasas, hidratos de carbono y proteínas, el valor calórico, información para alérgicos (si llevan frutos secos, gluten o huevo), si proceden o no de comercio justo, si son de caladeros sostenibles (para pescado) y tantos otros pedacitos de información útil. Muchos contienen también benévolos consejos nutricionales: acabo de echar la mano a una bolsa de croissants en la que se me asegura que "aunque la sal es una parte importante de su dieta, una cantidad excesiva puede aumentar la presión sanguínea" y "para mantener un estilo de vida saludable, le recomendamos que realice al menos 30 minutos de ejercicio moderado cada día, como por ejemplo andar enérgicamente". Es enternecedor que mis desayunos me recomienden andar enérgicamente para estar en forma.

Son las cadenas de supermercados quienes suelen tomarse más en serio presentar, en las etiquetas de sus productos, el mayor caudal de información posible. Aparte de todo lo mencionado, suelen incluir consejos de preparado de los distintos productos: para unas salchichas, por ejemplo, te sugerirán que puedes hacerlas al grill, al horno o en sartén, y te dirán cuánto tiempo lleva cada preparación. Esto también ocurre con alimentos más básicos como las patatas, que aquí a menudo venden envasadas en bolsa (sobre la manía que tienen de envasarlo todo y ponerlo en bandejas de plástico ya hablaré en otra ocasión).

Muchas veces, las etiquetas incluso incluyen recetas completas. El no va más fue el otro día, que compré una caja de cerezas en el Sainsbury's y vi que la etiqueta se podía despegar, descubriendo una segunda etiqueta debajo con sugerencias para postres (ver foto más arriba). Es imposible no caer rendido ante tal muestra de obsequiosidad.