martes, marzo 27, 2007

Pisitos

Durante mi primera visita al Reino Unido ya me llamó la atención el perfil de las ciudades británicas. La primera que visité fue precisamente Bristol. A la mañana siguiente de llegar, bajando desde Filton por Gloucester Road en autobús, mientras observaba las hileras de edificios bajos con tiendas, de pronto me di cuenta de que hacía rato que habíamos dejado las afueras, y que la altura de los edificios no iba a aumentar por mucho que nos adentrásemos en la ciudad. Una vez en el centro comprobé, en efecto, que salvo por un puñado de torres de oficinas de aspecto horripilante, y un par de calles de aire urbano un poco más europeo, Bristol era una ciudad muy plana. Días después, ya en Londres, sí encontré la monumentalidad que echaba de menos, aunque incluso allí me sorprendió encontrarme con barrios muy céntricos de edificios bajos de a lo sumo dos o tres alturas, algo que no había visto en ninguna otra ciudad europea. Posteriormente, ya viviendo en el Reino Unido, pude confirmar esa impresión. Casi todos las poblaciones que he visitado en este país son de perfil muy bajo incluso en su centro urbano.

En España lo normal es vivir en pisos, y los chalés son propios de las localidades pequeñas. Incluso en las nuevas urbanizaciones que se están construyendo por todo el territorio nacional lo habitual son los edificios de pisos de varias alturas. En el Reino Unido esto no es así: para los británicos, lo natural es vivir en una casa unifamiliar, y la gran mayoría de las urbanizaciones que se han construido durante las últimas décadas son de chalés pareados (semi-detached). No es sólo cosa de los suburbios: las zonas residenciales de muchos cascos urbanos están formadas por hileras de chalés adosados (terraces y townhouses). Hay quien vive en pisos, desde luego. Muchas de las antiguas casonas victorianas o georgianas en ciudades como Bristol han sido divididas en varias viviendas, y suelen ser un alojamiento bastante popular entre los jóvenes. En Londres, son la única forma remotamente asequible de vivir en una zona céntrica.

¿Significa todo esto que en las ciudades británicas no se pueden encontrar torres de viviendas, al uso de los que se encuentran en casi todas las urbes españolas? De ningún modo: también los hay. La diferencia es que, si te topas con una de éstas en el Reino Unido, casi seguro que es tratará de un edificio de council flats. El council housing (literalmente "vivienda municipal") es un tipo de vivienda social que ofrecen los ayuntamientos británicos en régimen de alquiler a los grupos sociales más desfavorecidos. Esta política se remonta bastante atrás en el tiempo: es originaria de principios del siglo XX, cuando las condiciones penosas en las que vivían las clases bajas dieron lugar a un movimiento de beneficencia que propugnaba la construcción de viviendas dignas. Esta política experimentó un impulso tras la I Guerra Mundial, cuando el entonces primer ministro Lloyd George acuñó el eslogan homes fits for heroes ("hogares dignos de héroes"). El verdadero espaldarazo a esta política fue dado después de la II Guerra Mundial, con la construcción de cientos de miles de estas viviendas. Inicialmente el modelo elegido fueron los chalés adosados, pero posteriormente la influencia del movimiento arquitectónico modernista, unida al afán de abaratar y racionalizar el espacio, hicieron que empezaran a proliferar los bloques de pisos.

Esta política de construcción de vivienda social fue mantenida durante décadas por los alternativos gobiernos laboristas y conservadores. Su interrupción brusca llegó con Margaret Thatcher, quien promovió legislación dando derecho a los inquilinos de vivienda municipal a comprar sus casas en condiciones muy ventajosas (right to buy), y en general puso trabas a la construcción de nuevas promociones. Esta política significó que un número enorme de unidades familiares se pudieran permitir por primera vez tener vivienda en propiedad. Al mismo tiempo, supuso que la vivienda social, que hasta entonces era una opción digna para las familias de la clase media-baja, se convirtiese en un recurso propio de los grupos más marginados de la sociedad. Así mismo, con el paso de los años la mala calidad de las viviendas empezó a pasar factura, empeorando su degradación.

En la actualidad, la vivienda social en el Reino Unido es sinónimo de miseria. Los medios de comunicación hace tiempo que acuñaron el término sink estates ("urbanizaciones-cloaca") para referirse a los barrios de council flats y vivienda precaria donde habita la "infraclase" británica que sobrevive de los subsidios sociales. Algunas de estas urbanizaciones están empezando a ser derribadas sin apenas voces en contra. En un país obsesionado desde hace años con la propiedad inmobiliaria, los council flats se han convertido en un molesto recordatorio de un pasado menos próspero. Quizás por eso a los británicos les gusta tan poco vivir en pisos.

Más información:
Council House (Wikipedia)
, Behind these walls (Artículo de Lynsey Hanley sobre los council estates), Fresh Start for a run-down estate (BBC), Open the gates and free people from Britain's ghettos, Apartheid is alive and well in Britain, From Hutch to Home

lunes, marzo 19, 2007

Banderas en iglesias

BanderasUna costumbre que me llama la atención en el Reino Unido es la de colgar pendones militares en sus iglesias y catedrales más importantes. La foto muestra algunas de las banderas que se pueden encontrar en la Abadía de Bath. La de color verde en primer plano es la de la asociación de prisioneros de guerra del oeste de Inglaterra; las de más atrás son antiguas banderas (Queen's Colours) de regimientos o batallones de infantería. Al fondo del todo se vislumbra una bandera estadounidense de carácter conmemorativo.

A veces estas banderas lucen menciones de las batallas en las que dichas unidades se han destacado, casi siempre en lugares exóticos del planeta, como eco del pasado imperial del Reino Unido.

lunes, marzo 12, 2007

El día de la Marmite

Llevo ya seis años viviendo en Inglaterra pero sigo teniendo experiencias iniciáticas: el sábado pasado probé por primera vez Marmite, uno de los comestibles más peculiares del Reino Unido. Hacía semanas que había comprado un frasco pequeño en el supermercado, convencido de que ya era hora de pasar por el trance, pero hasta anteayer no me atreví a tomarlo, intimidado por el aspecto dudoso y la fama de este mejunje.

Tarrito de MarmiteEl Marmite es extracto de levadura, muy parecido al que se obtiene como subproducto de la elaboración de la cerveza. Es una pasta de color marrón oscuro, textura caramelosa, y un fuerte olor punzante, que suele tomarse untada en tostadas o galletas saladas. Esta marca comenzó a comercializarse a principios del siglo XX, aunque no se hizo popular hasta unas décadas más tarde con el descubrimiento de los efectos beneficiosos de las vitaminas, de las que este alimento es rico. Se convirtió entonces en una de estas comidas que las madres dan a sus hijos para que crezcan saludables, y fue también componente importante de la dieta de los soldados durante las dos guerras mundiales. En la actualidad, la marca es propiedad de la multinacional Unilever.

Todo el mundo, incluso la misma publicidad de la marca, dice que el marmite es una de esas cosas para las que no hay término medio: o te encanta o la odias. Sospecho que esto es debido a que es un alimento de estos que te obligan a tomar cuando eres pequeño, de modo que los británicos a quien les gusta sienten hacia él un cariño similar al que los españoles sentimos hacia la nocilla o el colacao, mientras que a quienes no les gusta recuerdan con amargura las regañinas de sus padres cuando no se lo querían comer de pequeños.

Mmmm...En mi caso, que no tengo este trasfondo emocional, probar marmite no ha levantado en mí ninguna pasión. Aunque tampoco me he quedado con dudas: mi primera impresión ha sido que sabe a rayos. Tiene un sabor entre amargo y salado con un regusto tostado. Sin embargo, tiene pinta de ser uno de esos gustos adquiridos (un acquired taste que dicen los ingleses): con suficiente insistencia quizás lograra acabar cogiéndole afición. La cuestión es si merece la pena.

Más información:
Marmite (entrada sorprendentemente detallada en la Wikipedia en español)
, Marmite (Wikipedia en inglés), Historia de Marmite (ilovemarmite.com), Marmite: sitio web oficial

sábado, marzo 03, 2007

Letter boxes

Buzón de correosLos vistosos buzones de correos rojos son uno de los iconos más distintivos del paisaje británico, a juego con las cabinas telefónicas y (en Londres) con los autobuses de dos pisos.Es imposible no enamorarse de ellos: su aspecto sólido, su superficie rugosa por las continuas capas de pintura y, por supuesto, su llamativo color, que alegra un poco los días grises, los hacen un entrañable elemento del mobiliario urbano.

Buzón victorianoPese a que los buzones de correos británicos posiblemente sean los más icónicos del mundo, el Reino Unido no fue uno de los primeros países en instalarlos en la calle. Cuando, en 1852, se instaló el primero en St Hellier de la isla de Jersey a instancias del escritor Anthony Trollope, ya hacía años que éstos se venían usando en otros países europeos como Francia o Alemania. El diseño de los primeros buzones era bastante variado, y ni siquiera eran rojos: inicialmente los pintaban de verde oscuro. A partir de 1866, se empezó a extender el primer modelo estándar de forma hexagonal; el color rojo se generalizó poco después. Muchos de estos buzones aún están en servicio y son relativamente fáciles de encontrar en ciudades como Bristol. En 1879, llegaron los buzones de forma cilíndrica, y durante un siglo el diseño apenas cambió. Buzón modernoEn 1979, se introdujo un nuevo modelo de líneas más sencillas.

Excepto en los primeros ejemplares de buzones cilíndricos, uno de los elementos peculiares de los buzones británicos es el monograma (cypher) con las iniciales del monarca que reinaba cuando fue instalado. Los buzones más antiguos lucen en su frontal las iniciales de la Reina Victoria (V.R.); le siguieron Eduardo VII, Jorge V, Eduardo VIII (cuyo reinado duró sólo un año, de modo que sus buzones son bastante difíciles de encontrar), Jorge VI e Isabel II.

Buzón de paredLos buzones cilíndricos de tipo "pilar", son los más extendidos, pero ni mucho menos los únicos. Relativamente frecuentes son también los de forma ovalada y dos ranuras. También están bastante extendidos los buzones de pared (fáciles de ver en Bristol) y, Letter boxpara zonas rurales, donde no suele haber mucho correo, de poste.

El Reino Unido no es el único sitio donde se pueden encontrar buzones de correo británicos: en muchos de los países que en algún momento formaron parte de su imperio es posible toparse con curiosos ejemplares. Buzón en DublínCuando estuve en Dublín encontré varios buzones de tiempos de Eduardo VII pintados de verde. También se pueden encontrar en lugares más remotos como Chipre, Gibraltar, Sudáfrica, India o Hong Kong.

Más información:
Paul's Unofficial Letterbox Pages, The Letter Box Study Group