El fin de semana pasado, aprovechando el espléndido tiempo correctamente pronósticado (esta vez sí) por la BBC, estuve con unos amigos en Tenby. Se trata de un pueblecito costero situado en el extremo suroeste de Gales, con un encanto lo suficientemente robusto como para aguantar bien las multitudes de excurionistas que lo visitan en esta época del año. Cuenta con un puñado de atracciones interesantes: una muralla medieval bastante bien conservada, una fortaleza ubicada en un peñón a unas pocas decenas de metros de la costa, un animado puerto y un puñado de coquetas callejuelas bordeadas por casas de sencilla arquitectura pintadas de colores. Cuenta también con una oferta bastante digna de restaurantes y sitios de copas.
Pero sin duda el mayor gancho de Tenby son sus playas. El primer día estuvimos en una situada en las afueras, en frente de una urbanización de bungalows. La playa en sí era bastante bonita, situada entre dos calas. Lo que estropeaba por completo el ambiente relajante y sereno del mar era un puñado de idiotas montados en motos acuáticas, dando vueltas a pocos metros de la orilla y armándo un estruendo con su ruido de motores. Al siguiente día estuvimos en una playa situada en el propio pueblo, y fue mucho mejor. Estaba llena de niños chapoteando y adultos tomando el sol, colorados como cangrejos de río, pero el agua estaba cristalina (aunque fría) y las vistas del pueblo en lo alto del acantilado eran bastante espectaculares.
Seguramente a algunos españoles les extrañe descubrir que en el Reino Unido haya playas que atraen a un número respetable de bañistas. El hecho de que anualmente miles de británicos se desparramen por las costas de nuestro país no parece indicarlo, pero en Gran Bretaña se pueden encontrar playas realmente buenas, ostentando banderas azules. Evidentemente, el motivo por el que muchos de sus habitantes prefieran irse a disfrutar de las olas en España u otros países europeos es el clima. Durante los veranos británicos hay muchos días soleados y calurosos, pero también otros más frescos y lluviosos, y lo peor de todo es que son imposibles de predecir con más de un par de días de antelación.
Todo esto no significa que no se pueda disfrutar de fantásticos fines de semana en alguna localidad costera del Reino Unido. A lo largo de estos años he podido visitar unas cuantas playas por el país. La que más me ha gustado, sin duda, es la de Rhossili. Se encuentra en el sur de Gales, concretamente en la península de Gower, cerca de Swansea y a unas dos horas de Bristol. Esta gigantesca playa se extiende durante varios kilómetros de espaldas a unas colinas. Desde el brusco desnivel donde comienza la arena hasta el la orilla del mar hay varios centenares de metros de superfie plana. Cuando fui no había mucha gente, o quizás era el vasto tamaño del lugar el que hacía que lo pareciese. No daba la impresión de ser una playa visitada por muchos excursionistas. La aldea cercana tampoco tenía para nada aire de pueblo playero. No recuerdo que contase con los equipamientos habituales de estos sitios (puestos de helados, bazares, etc). La propia playa era bastante agreste, sin duchas ni puesto de socorrista. Tengo muy buenos recuerdos de esa excursión, no sé si por lo agradable de la sensación de estar en un lugar alejado de las multitudes o por la soberbia barbacoa que preparamos en la arena.
Otras playas que he visitado se encuentran en el sur de Inglaterra: Eastbourne, Hastings, Brighton y Bournemouth. A lo largo de este litoral se encuentran las localidades playeras más concurridas de Inglaterra. Y con más solera: estos destinos ya eran populares para veraneantes en la época victoriana, allá por la segunda mitad del siglo XIX. Ciento y pico años después siguen atrayendo a multitudes de turistas. Las playas en sí no suelen ser muy buenas: sucias, casi siempre de piedras y abarrotadas de gente en los días que hace bueno. Afortunadamente, las ciudades en donde se encuentran ofrecen con un montón de entretenimientos alternativos.
Los más llamativos son los piers. Se tratan de plataformas artificiales que se proyectan desde la orilla hasta varias decenas de metros sobre el mar. Las más grandes cuentan con auténticos mini-parques de atracciones en los que se pueden encontrar quioscos de helados, tiendas de regalos, salones recreativos, miradores, atracciones de feria y muchos otros entretenimientos. En el de Brighton creo que había incluso un circuito de karts.
Mejores playas se pueden encontrar en el extremo suroccidental de Inglaterra. Cornualles cuenta con un buen número de localidades que atraen a bastante gente. De ellas sólo conozco la de Polzeath, que no me gustó mucho: el pueblo era feo y aburrido y la playa sucia y abarrotada de gente. Más al noreste, en la costa del condado de Devon, se encuentra Woolacombe. Se trata de un pueblecito con una playa muy agradable. Aunque no es muy conocido, el par de veces que he estado había bastante gente. Aunque debía de tratarse de excursionistas de un día porque por la noche el sitio quedaba desierto. Es también un lugar bastante popular entre surferos: hay unas cuantas tiendas que venden material para este deporte y donde también se puede alquilar tablas y trajes de neopreno.
Quizás la playa más extrema en donde he estado es la de Achnahaird, en el norte de Escocia. Eso sí que estaba en el culo del mundo. La playa era realmente virgen, pero el agua estaba helada. Aún así, me atreví a darme un chapuzón.
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4 comentarios:
Yo soy adicto al Pier de Brighton. Siempre q visito la ciudad, tengo familia politica alli, tengo q hacer una escapadita a comer unos doughnouts y un 99p flake.
Es un ambiente del q probablemente huiria en españa. Pero es q Brighton me fascina.
Yo estuve viviendo en Eastbourne. Desde luego la playa no tiene comparación con alguna de las españolas, pero a los ingleses les encantaba, posiblemente porque era lo que tenían a mano.
El pueblo es el Benidorm de Inglaterra. Van muchos jubilados de vacaciones allí.
Un día una señora me dijo que era la mejor playa del mundo, algo de lo que desde mi punto de vista media una barbaridad, pero en fin, si a ella le gustaba pues mejor para ella.
De todas formas el paseo marítimo es bonito y la zona de acantalidos también, auqnue quien busque una playa como las españolas que no acuda.
Saludos.
A mi me encantan las playas galesas...tan grandes, con cesped, ovejitas y acantilados...
Playa a evitar: Weston-super-mer.
Casualmente ayer me estuve escribiendo en la playa de Hastings. La playa no esta nada mal pero el pobre Pier se se cae a trozos, lo tienen lleno de carteles de advertencia para que nadie se meta debajo.
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