lunes, noviembre 24, 2008

Con esas zapatillas no pasas

Aún sigue coleando en los medios de comunicación españoles una noticia que saltó la semana pasada: un joven murió tras ser apalizado por un grupo de porteros tras ser echado de una discoteca de moda. La alarma social generada ha sido grande, y las autoridades madrileñas han ofrecido un buen ejemplo de lo que en inglés se suele llamar una knee-jerk reaction, es decir, una reacción refleja apresurada (y, por tanto, probablemente irreflexiva): el Ayuntamiento se han apresurado a cerrar un puñado de locales y la Comunidad ha anunciando que se implantará un reglamento que regule el funcionamiento de los porteros de local.

Si al final realmente lo hacen, será algo de lo que felicitarse. Los porteros de discoteca de Madrid siempre me han parecido un colectivo poco profesional. No estoy metido en el mundillo, pero la impresión que da es que los locales contratan al amiguete musculitos del propietario, quien no tiene ni idea de cómo tratar a la gente ni está formado sobre cómo afrontar situaciones comprometidas.

Como el lector se estará oliendo, este es uno de esos posts en los que comento una particularidad española y la enfrento con otra inglesa. Desgraciadamente, en el cuestión de los porteros de local, Inglaterra está por delante. Allí, los bouncers (como se les conoce coloquialmente) son bastante mas atemorizadores que en España: moles rapadas ceñudas de al menos cien kios vestidas siempre de negro, con un su licencia de la Security Industry Authority colgándole del cuello. Pero a pesar de su aspecto, suelen ser educados, a menudo te abren la puerta para que entres y te despiden con un "good night" cuando dejas el local. Las veces que les he visto en acción para reducir a algún revoltoso me ha sorprendido su eficacia: en dos segundos le han inmovilizado con una llave; en poco más ya lo han empujado fuera del local, sin mucho mimo, desde luego, pero sin violencia innecesaria.

En una ocasión fue espectacular: estaba yo en un club londinense, cuando de pronto vi a dos jóvenes caer al suelo en medio de una violenta pelea a puñetazos. Al instante siguiente ya se había presentando en la escena un segurata. No intervino, sino que parecía hablar por el pinganillo con sus compañeros. A los pocos segundos, éstos aparecieron: tres o cuatro armarios roperos abriéndose paso entre la multitud. Separaron a los chavales, cogiéndolos en volandas como quien coge sacos de patatas, y en menos que canta un gallo se los habían llevado de la pista de baile. Desde luego, no tengo ni idea del trato que recibieron los jovenes después de ser trincados por las moles de negro.

Tiene sentido que en Inglaterra obliguen a sus porteros a estar más preparados: ahí el ambiente nocturno es mucho más violento que en España. En Inglaterra, saliendo por la noche, siempre me he sentido más inseguro que en España. No sólo es que la gente va mucho más borracha: de algún modo, los ingleses cuando beben tienen muchas más ganas de bronca, y hay que tener cuidado para no meterte en líos. En España todo el mundo va mucho más relajado y con ganas, simplemente, de pasarlo bien.

Más información:
El joven agredido por unos porteros tenía el corazón reventado de las patadas (El País)

jueves, octubre 16, 2008

Robert Peston Superstar

La hecatombe financiera de estas semanas ha alumbrado una nueva estrella en el Reino Unido: se trata de Robert Peston, redactor jefe de la sección de Economía de la BBC. Durante estos fatídicos días ha estado en el ojo del huracán, explicando a los ciudadanos británicos las complejidades del credit crunch, destapando scoops (exclusivas) como la de la fusión entre Lloyds y HBOS, y ganándose la admiración de sus colegas profesionales (ejemplo, ejemplo y ejemplo). Ha adquirido tanta celebridad e influencia que hasta le acusan de provocar caídas bursátiles con sus reportajes.

Su popularidad no sólo se debe a su talento como periodista sino a su estilo tan personal ante las cámaras. Sus gesticulaciones, sus corbatas, su acento descuidado y su voz cantarina le alejan bastante de la sobriedad y exquisitez de expresión habituales en los demás periodistas de la BBC. Fuera del Reino Unido, desgraciadamente, no le podemos ver en pantalla sino que nos tenemos que conformar con su excelente blog, aunque si realmente tenéis curiosidad por verle en acción, en el sitio web de la BBC se pueden ver un puñado de vídeos de reportajes suyos (como éste).

Más información:
Blog de Robert Peston (BBC), You can bank on him (Independent), Reporter blamed for helping trigger shares fall (Daily Mail), Our man in the Square Mile (The Guardian)

sábado, octubre 11, 2008

Compro oro

Leí anteayer que Gallardón, alcalde de Madrid, había presentado una nueva normativa por la que en breve se va a perseguir la práctica de los hombres anuncio (además de otras como repartir octavillas o los anuncios de neón). El motivo dado es que son prácticas "degradantes". La frase en la ordenanza es, creo "se prohíbe la utilización de personas como soporte publicitario". De ser así parece que también tendrán que prohibir las equipaciones de los jugadores de fútbol, includas las del Real Madrid, quienes además publicitan algo tan poco edificante como una casa de apuestas.

Quizás todo esto tenga relación con la reciente decisión de las autoridades del Concejo de Westminster, en Londres, de prohibir los sandwich boards, que es como los llaman allí. En esta ciudad, esta costumbre ha estado siempre muy extendida. De ello ya hablé en este blog hace un par de años (enlace), pero merece la pena rescatar este enlace que propuse en su momento: un reportaje del Guardian sobre los hombres anuncio del West End londinense.

Enlaces:
Hombres anuncio en Londres (Parquestrit)
The Board Guys of London´s West End (The Guardian)
http://news.bbc.co.uk/2/hi/uk_news/england/london/7553371.stm

sábado, octubre 04, 2008

Palabras zumbonas: credit crunch

Lo que en España estamos llamando simplemente "crisis" (palabra solemos usar para referirnos tanto para situaciones económicas mundiales como para las rachas de malos resultados de un equipo de fútbol) en el Reino Unido es el credit crunch (más o menos literalmente, "desplome del crédito") . No sé si esta forma de aludir a la presente situación de falta de liquidez del sistema financiero la inventaron en EE UU o en tierras británicas, pero no hay duda de que ha arraigado bien en este lado del Atlántico. En estos meses esta expresión no se les cae de la boca (o de la pluma, o de los dedos que aporrean al teclado) a los británicos. Estuve en Bristol a finales de agosto y me dio la impresión de que allí la sensación de inquietud ante la situación económica es mucho más aguda que en España. Y no es de extrañar; yo mismo noté la dentellada de la inflación: para la vuelta, como siempre, quise reservar un un taxi al aeropuerto y me dijeron que el precio había subido de 18 a 23 libras (con lo que decidí ir en autobús). Durante todos estos años, la inflación ha estado en torno al dos y pico por cierto, y recientemente ha pegado un subidón hasta rondar el 5% de IPC.

La cuentas en el Reino Unido, en efecto, ha empeorado bastante. Durante toda la década de los noughties (¿de los "ceroenta"?) los británicos se han jactado de contar con una economía más dinámica y próspera que la de las viejas glorias europeas (Francia y Alemania). Desgraciadamente, han resultado estar mucho más expuestos a la debacle de las hipotecas temerarias, y la posterior contracción del crédito y las tormentas financieras pueden hacer mucho daño a un país en donde los servicios financieros casi llegan al 10% de la economía.

miércoles, septiembre 10, 2008

Al final estalló

"De momento, no es más que un baile de números: 12% del valor de la vivienda esfumado en un solo año; un 71% menos de hipotecas concedidas; número de compraventas más bajo de los últimos 30 años; 15.000 millones menos de euros en préstamos bancarios concedidos; una de cada siete viviendas previstas que en dos años valgan menos que el saldo pendiente de su hipoteca; aumento de ejecuciones en un 24%; 45000 familias con riesgo de perder su casa.

Estas cifras nos fascinan. Aparecen con grandes titulares en las portadas de los periódicos y en las cabeceras de los telediarios. La vivienda es nuestra gran y fundamental obsesión nacional. Hasta un extremo casi único en el mundo -- ciertamente, en Europa -- seguimos cada tic del mercado con fascinación. Cuando éste está en dificultades, es como si el alma de la nación estuviese en juego.(...)

"Con la ayuda de sucesivos Gobiernos, encantados de que nos sintíeramos ricos, satisfechos y proclives a votarlos, y de un plantel de instituciones financieras ávidas de beneficio embarcadas en un irresponsable frenesí crediticio, hemos logrado convertir en mero bien lo que debería ser un derecho humano fundamental: poder contar con un techo sobre nuestras cabezas"
Estos apocalípticos párrafos que cito no se refieren a España sino al Reino Unido. Los he extraído de un reportaje publicado hace días en el Guardian sobre la calamitosa situación del mercado inmobiliario en este país. El Reino Unido, junto con Irlanda y España, parecen ser los países donde con más dureza se está sintiendo el estallido de la burbuja inmobiliaria.

2008.08 Bristol 168No soy ningún experto en la materia ni estoy al tanto de la lluvia de cifras y estadísticas que nos riegan desde los medios continuamente, pero a la fuerza la naturaleza de la crisis ha de ser distinta. En 2006, en plena bonanza, en el Reino Unido se construyeron apenas 185000 nuevas viviendas. En ese mismo año, en España se visaron 865.561, y recordemos que la población del Reino Unido es un 40% mayor que la de España.

Esta diferencia se puede ver claramente al moverse por Inglaterra. Es muy raro encontrarse en las afueras de pueblos y ciudades las grandes extensiones de urbanizaciones en construcción tan frecuentes en España, donde la grúa es un elemento permanente del paisaje. Desde luego, en Inglaterra se construye vivenda nueva, pero casi siempre suelen ser pequeñas promociones de unas pocas docenas de pisos, normalmente dentro del casco urbano.

Generalmente, las autoridades son reacias a autorizar la urbanización de los terrenos a las afueras de las poblaciones. Quizás porque no tienen la necesidad de financiarse a golpe de recalificación, o por la oposición de los residentes, quienes temen que las nuevas promociones hagan que baje el precio de la vivienda en la zona. Además, existe la convicción de que el crecimiento de las ciudades ha de ser contenido. De hecho, en Inglaterra hay definidos por ley cuatro anillos verdes o green belts alrededor de las principales localidades (entre ellas Londres) donde el desarrollo urbanístico está limitado.

La escasez de vivienda ha hecho precisamente que Gordon Brown anunciara en 2007 su pretensión de que se construyeran 240000 viviendas anuales durante los próximos años, objetivo que la crisis hace muy complicado cumplir.

2008.08 Bristol 167El panorama, como se puede ver, es muy distinto al de España, donde lo que sobra a patadas son precisamente viviendas nuevas. Me imagino que en el Reino Unido, una vez se sosieguen las limitaciones al crédito, el mercado inmobiliario volverá a repuntar, por el simple hecho de que la vivienda allí es un bien escaso. En España, con millones de pisos sin vender, me pregunto si saldremos de ésta tan fácilmente.

Más información:
The Property Ladder (Parquestrit)

(Las fotos son de una nueva promoción de pisos bastante grande que han construido en Bristol hace poco, para que veáis un ejemplo de vivienda nueva en Inglaterra).

miércoles, agosto 20, 2008

Vacaciones

Cuando vivía en Inglaterra mis amigos y familia, en verano, me solía preguntar "¿cuándo te coges las vacaciones?". La respuesta era complicada: solía cogerme una semana en junio para ir a Madrid, unos diez días en agosto o septiembre quizás para irme a algún otro lado de turismo, y desde luego tenía mís días reservados en navidades, Semana Santa y varios puentes repartidos a lo largo del año. Vamos, que más que vacaciones lo que tenía era days off, periodos cortos de escapada que distribuía a lo largo del año de la forma más eficiente posible.

Este es primer año entero en España y por primera vez en mi vida laboral estoy viviendo unas Vacaciones a la española, con uve mayúscula. Un poco más de 15 días que están sabiendo a gloria. La primera semana la estoy pasando en Madrid, despertándome tarde y tragándome las Olimpiadas como no lo había hecho desde que era estudiante, y mañana me voy a Inglaterra a pasar el resto de la vacación allí. Espero recopilar nuevas historias que contar en este blog, que últimamente está bastante inactivo por culpa de mi reciente mudanza y las inmisericordes rutinas laborales españolas. Nos vemos en septiembre.