viernes, noviembre 30, 2007

Posh talk

¿Cómo hablan los pijos ingleses? No es algo que sea fácil de descubrir yéndose a vivir al país entre gente normal. Durante los siete años que estuve viviendo allí, apenas me crucé con nadie que no hablara con acento regional (con distintos grados de refinamiento). Para encontrar el acento verdaderamente pijo, hay que moverse en ambientes verdaderamente upper-class. En España esto no ocurre: es común encontrarse con gente de clase media que habla como si tuviera un patata el la boca. Esta expresión, por cierto, también existe muy parecida en inglés: to talk with a plum in the mouth.

Para mucha gente, la received pronunciation o acento inglés culto o "estándar" es "habla pija". Desde luego, las personas de las clases altas, al hablar, se acercan al ideal de pronunciación RP mucho más que el resto de los mortales, pero hay una serie de rasgos (muchos de ellos, seguramente, exagerados por la imaginación popular) que distinguen la forma de hablar posh de la de los locutores de la BBC, quienes durante años han sido bastiones de la received pronunciation (aunque ya no tanto).

Quizás la característica más evidente del habla pija para un oyente español, sean las aes largas. Un pijo inglés, al hablar de su padre, dirá faaaaather, alargando mucho la vocal. La "a" corta, sin embargo, se convierte en casi "e": "Endrew" en vez de "Andrew". Otro rasgo del estereotipo es pronunciar house como /hais/ en vez de /haus/. El acento posh tiene también una cadencia y una entonación particular difícil de describir. Usa palabras distintivas: supper en vez de dinner (o tea), o mama y papa en vez de mum y dad. E incluso hay usos gramaticales particulares, como usar "one" para referirse a uno mismo en la frase: "one is very much delighted".

Uno puede recurrir al cine y la televisión para buscar muestras de habla pija; se me ocurre por ejemplo la película Match Point, donde el cuñado del protagonista es un ejemplo inmejorable. Pero quien no se fie y quiera un ejemplo de la vida real no tiene más que recurrir a la Casa Real británica, y sobre todo la Reina. Os dejo con su discurso navideño del año pasado.



Más información:
The accent that dare not speak its name, John Morrish, Independent on Sunday

jueves, noviembre 22, 2007

Dear Old Blighty

Blighty es una palabra muy curiosa. Es un término cariñoso para referirse al Reino Unido popularizado por los soldados británicos durante la I Guerra Mundial, que quedó plasmado en canciones y hasta poemas. El grupo de soldados descansando en la trinchera y suspirando por volver a la "Dear Old Blighty" ha pasado a ser una de las imágenes estereotípicas de ese momento histórico. En la actualidad el término está pasado de moda pero no ha muerto del todo. A veces se usa para expresar añoranza por el país cuando se está en el extranjero

Lo más interesante es su origen. Resulta que la palabra proviene del hindú vilāyatī (विलायती), que significa "extranjero". En tiempos de la colonización británica de la India, este término lo aplicaba la población local para hablar de aquellos productos y utensilios que los británicos habían traído al subcontinente. En algún momento esta palabra debió de pasar a referirse al Reino Unido en su conjunto, y vaya usted a saber cómo acabó siendo usado por los propios británicos para referirse a su patria.

Más información:
Blighty (Wikipedia en inglés)

domingo, noviembre 18, 2007

To beer or not to beer

El puente de hace un par de fines de semana lo pasé en Bristol. Con unos amigos, fuimos a un pub que no conocía: el Hillgrove Porter's Store, en el barrio de Kingsdown. Se trata de uno de esos pubs que gustan a los ingleses: familiar, acogedor y auténtico. Es también lo que se conoce como un pub "de barrio", o un local como dicen los ingleses. Otros pubs de este estilo que conozco en la ciudad y que me vienen a la cabeza son el Hare on the Hill (que se encuentra bastante cerca) y el Highbury Vaults. Todos ellos se caracterizan, además, por una cosa: en ellos se pueden encontrar una selección fabulosa de cervezas inglesas.

La cerveza inglesa es uno de esos gustos adquiridos con los que merece la pena dar una oportunidad. Al paladar español, la primera reacción ante una cerveza que se sirve templada y que apenas tiene presión suele ser bastante negativa. Sin embargo, haciendo un esfuerzo nos veremos recompensados entrando en un mundillo muy interesante. De hecho, pronto descubrimos que ni toda la cerveza inglesa se sirve templada ni tiene poco gas. Hay decenas de variedades distintas de cerveza, cada una con sus características.

El nombre genérico que las engloba es el de ale. Se distinguen de las lager (la clásica rubia a la que estamos acostumbrados en España) en que su fermentación se realiza a temperatura ambiente y con levaduras de fermentación alta en vez de baja. Las cervezas tipo ale no son de origen exclusivamente inglés ni mucho menos; muchas cervezas belgas son de estas características. En realidad, la cerveza rubia hoy predominante en el mundo es una invención relativamente reciente, cuyo origen data de mediados del siglo XIX.

En Inglaterra hay varios tipos tradicionales de ale, unos más comunes que otros. El más extendido, con diferencia es la bitter, variedad inglesa de la ale pálida o pale ale. Como su nombre indica, es de sabor amargo debido por la presencia del lúpulo entre sus ingredientes. Menos comunes son las mild ales, tipo de brown ale de contenido alcohólico más reducido (cerca del 4%). De color más oscuro aún, casi negro, son las porter y stout. Densas, más alcohólicas y de fuerte sabor, son bastante difíciles de encontrar en los pubs ingleses, si exceptuamos, claro está, la archiconocida Guinness, que es una variedad de stout con personalidad única. Las old ales son cervezas que han sido maduradas durante más tiempo, adquiriendo aromas más complejos. Una variedad reciente, inventada en los años 80, son las golden ales. Son más ligeras, de sabor más fresco y se suelen servir frías.

Lo que une a este conglomerado de distintos tipos (cuya clasificación no siempre es clara) es que suelen ser cask-conditioned, es decir: parte del proceso de fermentación se realiza en los mismos contenedores desde los que se sirve en los pubs. La cerveza, además, no está almacenada en ellos a presión, de modo que para servirla han de usarse los característicos grifos de cerveza ingleses, consistentes en un mango largo y erguido del cual el camarero ha de tirar repetidamente hasta llenar el vaso. Un medallón atado a su parte frontal nos dice qué tipo de cerveza contiene. Cuando el barril se acaba, el camarero habitualmente da la vuelta al medallón.

La presencia de tal variedad de cervezas ale es realmente fruto de un reciente renacimiento del interés de los británicos por sus cervezas autóctonas, impulsado principalmente por la asociación CAMRA (acrónimo de Campaing for Real Ale). Después de varios años de dominación absoluta por parte de la cerveza lager, favorecida por las grandes multinacionales cerveceras, al ser de fácil fabricación y distribución, han surgido centenares de microcerveceras de ámbito local que encuentran en pubs como los que menciono arriba la oportunidad de darse a conocer. CAMRA organizar ferias locales de la cerveza y otro tipo de actividades convencionales, pero también tiene un lado excéntrico deliciosamente inglés. Desde hace meses están librando una campaña de presión para que en los pubs las pintas se llenen hasta arriba, denunciando que gran número de veces esto no ocurre, suponiendo (según sus cifras) una estafa al consumidor de cientos de millones de libras anuales. Aunque parezca mentira, este asunto ha llegado en varias ocasiones a lo largo de los últimos años a los debates de la Cámara de los Comunes. En este acta de sesión, por ejemplo, se puede encontrar una interpelación acerca de si la espuma ha de ser tenida en cuenta a la hora de medir el volumen de la pinta de cerveza.

En España es posible encontrar cervezas inglesas en algunos comercios. Las de la cervecera Marston's son relativamente fáciles de encontrar en algunos hipermercados como Alcampo. Otros como Hipercor ofrecen más variedad. Sin embargo, no sé si soy yo, pero la cerveza inglesa en botella no me sabe tan bien como de grifo. La buena noticia es que hay locales en España (al menos, en Madrid) donde sirven cerveza inglesa. Cerca de la estación de metro de Tribunal, encontré un pub irlandés (creo que se llama Moore's) donde servían nada menos que London Pride, una de las bitter más afamadas.

miércoles, noviembre 07, 2007

Hemeroteca digital del Guardian

Hoy voy a hablar de otro medio de comunicación que estos días también anda alardeando de solera. El diario Guardian ha digitalizado su abultada hemeroteca y la ha puesto a disposición del público a través de la Red. Por un módico precio (50 libras al mes, aunque durante noviembre, como oferta de lanzamiento, cuesta la mitad) cualquiera con acceso a Internet podrá bucear en los archivos de este diario británico, cuyos orígenes se remontan nada menos que a 1820, cuando nació como "Manchester Guardian".

Las buenas noticias es que, durante lo que queda de mes, el Guardian ofrece pases gratuitos de 24 horas para poder echar un vistazo a tamaño tesoro periodístico. Hacer uso de estos pases es un poco lioso; hay que registrarse y pinchar en el enlace adecuado, que automáticamente activará el código de descuento ARCHIVEFREE. Pasadas las 24 horas hay que repetir el proceso, aunque no parece que haya límite de veces que uno puede usar el acceso gratuito (yo ya lo he probado tres veces con éxito).

Desde luego, lo primero que he hecho es echar un vistazo a las ediciones publicadas en fechas coincidentes con acontecimientos históricos importantes. Esperaba encontrarme rompedores y emocionantes titulares pero me ha defraudado: en una fecha tan señalada como el comienzo de la II Guerra Mundial hay que pasar a la página 4 para encontrar mención a los fatídicos sucesos de esos días. No sólo eso: la edición del 2 de septiembre de 1939 (derecha) muestra que el diseño de la portada del diario es prácticamente el mismo que el del primer número publicado en 1820 (izquierda). Posteriormente el aspecto fue modernizándose, aunque siempre manteniendo un aire bastante árido y aburrido, hasta 1988 que se introdujo el rompedor y característico diseño combinando el "The" en cursiva y el "Guardian" en arial negrita. Desgraciadamente, el archivo sólo alcanza hasta finales de 1975 así que no se puede abarcar toda la evolución.

La navegación por la hemeroteca es muy sencilla y práctica: las páginas se muestran tal y como aparecieron en papel, y pasando el ratón por encima se van iluminando areas de columnas que, al pinchar, aparecen ampliadas en una ventana separada.

Es fácil cansarse después de un rato: encontrar material interesante requiere esfuerzo. Para quien tenga poca paciencia, recomiendo esta sección del web donde se recogen algunos artículos destacados de la historia de este diario.