Seguimos con los sustos en Londres. Hoy afortunadamente no ha habido víctimas, al ser los artefactos explosivos eran de mucho menor potencia, pero las pequeñas bombas han logrado parte del objetivo buscado: interrumpir la vida cotidiana y causar revuelo y miedo, aunque es de suponer que durante poco tiempo. Hay dos detenidos, y dado que la policía ha podido recuparar artefactos que no llegaron a estallar es de esperar que no tarden mucho en aclarar el asunto.
En realidad, si uno se para a pensar, tampoco es tan difícil montar una marimorena como esta. Basta un par de petardos potentes y ya está. Lo raro es que no ocurra más a menudo, habiendo la gente loca que hay por el mundo.
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