viernes, julio 08, 2005

El día después

Me he despertado y lo primero que he hecho es poner las noticias, pero éstas no eran sustancialmente distintas de las de ayer: un mínimo de 37 o 38 víctimas, y aún no se sabe quién ha sido, aunque la opinión mayoritaria es que los culpables han sido algún grupo terrorista simpatizante de Al Qaida.

He hablado con más españoles de aquí de Inglaterra (aunque aún no he hablado con nadie que viva en Londres) y todos estamos perplejos por la tibia reacción de la población inglesa, quien por supuesto se ha sentido impactada por los hechos pero que sigue con su vida como si nada hubiese ocurrido. No hay manifestaciones multitudinarias planeadas, y no ha surgido ningún símbolo del estilo de nuestro lazo negro para llorar la tragedia. Desde luego, la magnitud del crimen no es la misma en cuanto a víctimas pero me da la impresión que el efecto en la vida cotidiana de Londres fue ayer mucho mayor que el que el 11 de marzo se dio en Madrid: el transporte público fue ayer cerrado por completo, dejando tirado a un número enorme de gente que tuvo que caminar durante horas para poder volver a casa.

Esta indiferencia no es necesariamente mala. Muchas veces me pregunté después de los atentados de Madrid cuánto de sentimiento sincero y cuánto de teatralidad o sentimentalismo había en las múltiples muestras de dolor y de firmeza después de los horribles hechos. Quizás la respuesta más adecuada al terrorismo es evitar darle demasiada relevancia y considerarlo otro riesgo más con el que hay que vivir en estos tiempos, junto con otros como el de los viajes por carretera, el crímen común o las catástrofes naturales. En ese sentido, un comentario que he escuchado mucho es el de que este tipo de acciones son en último término inevitables, y que no debemos sacrificar la libertad y la apertura de nuestras sociedades para hacer frente a la amenaza terrorista.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Nuevamente tu articulo es muy agudo.
A mi me ha sorprendido tambien la aparente frialdad ante el atentado comparado con las reacciones de espanyoles, franceses e italianos.
Ayer en el metro de Londres todo parecia normal, y aunque Paddington estaba petado de policia, la gente hablaba por telefono normalmente de sus cosas y hasta diria que estaban inevitablemente felices por el buen tiempo que hace.Las chavalas iban con minifalda y chancletas o tacones...algo que yo no haria sabiendo que en cualquier momento cierran el metro y te toca volver a casa andando....
Un companyero de trabajo me ha dicho que lo mejor ante estos casos es ignorar a los terroristas, puesto que lo que quieren es llamar la atencion.Otros me han dicho que ellos consideran normal que estas cosas pasen ya que todos formamos parte de una sociedad que explota al tercer mundo y que puesto que votamos a Blair apoyamos su politica respecto a Irak....
En fin, que , en mi opinion,todo muy en la linea de flema inglesa, evitar el conflicto diplomaticamente y dejar aflorar los sentimientos solo a base de sarcasmo e ironia.