Hay gente, sobre todo en España, que al contarles que uso el coche en Inglaterra me miran con admiración, como si conducir por el otro lado fuese una proeza increíble (por si hay alguien que no lo sepa, en el Reino Unido se circula por la izquierda, al revés que la mayoría de los países europeos, donde los vehículos se conducen por el lado derecho de la vía). Yo mismo, durante los preparativos previos a venirme al país, no tenía muy claro lo fácil que iba a ser habituarme a conducir aquí.
Pasados unos pocos días desde mi llegada, y después de haber utilizado el coche unas cuantas veces para ir al trabajo o para bajarme al centro del pueblo, me sorprendió ver lo fácil que me había adaptado a la nueva conducción. Aprender a conducir por el otro lado no es nada difícil. La mayoría de las veces, lo único que tienes que hacer es seguir al coche que va delante tuyo. El único momento crítico se da, al principio, en los giros, en los que la tendencia instintiva de quien ha aprendido a conducir en España es dirigir el coche hacia el carril de la derecha. De todos modos, no hacen falta más que unas cuantas sesiones al volante para coger el hábito correcto.
En raras ocasiones, sobre todo durante las primeras semanas, puede ocurrir que, después de una maniobra extraña, de pronto te sientas desorientado y, por unas décimas de segundo, se te olvide por completo cual es el carril bueno. Puede incluso que, por error, te pongas en el lado de la carretera que no es. Esto no suele suponer ningún peligro, ya que si ocurre es cuando no hay coches a tu alrededor que te sirvan de referencia.
Acostumbrarse a circular por el carril de izquierda no es suficiente: un segundo obstáculo (aunque tampoco muy difícil) es conducir desde el asiento derecho del coche. El primer engorro con el que te topas es que tienes que usar la mano izquierda para cambiar las marchas. Los pedales, afortunadamente, están dispuestos de igual manera que en los coches continentales: de izquierda a derecha, embrague-freno-acelerador. Lo único incómodo con ellos es que no tienes espacio donde apoyar el pie del embrague cuando no lo estás usando. Pero la mayor dificultad (y riesgo) de ir sentado en el lado contrario del coche consiste en saber mantener correctamente las distancias a los lados. Cuando se está sacando uno el carné, una de las cosas que se aprende sin darse cuenta es a controlar la distancia del coche respecto de cada uno de los lados del carril. Esto es muy importante para no salirse de él, o para no pegarte demasiado a los coches que circulan en paralelo a ti. En los países donde se circula por la derecha se suele utilizar como referencia el lado izquierdo del carril, que es el más cercano al conductor.
En un coche inglés, sin embargo, el lado del carril más cercano al conductor es el derecho. Es una sensación incómoda: las primeras veces que conduces un coche inglés te sientes "pegado" a la pared derecha del coche, sintiendo la esquina del parabrisas con la ventanilla demasiado cerca de tu cabeza. Además, sin darte cuenta, tu cerebro sigue usando como referencia el lado izquierdo de la carretera. Esto hace que, para compensar la excesiva distancia que percibes entre tú y ese lado (¡distancia ocupada por el asiento del copiloto!) , tiendas a pegar el coche demasiado a la izquierda. Esto es peligroso sobre todo en ciudad: corres el riesgo de darte contra el bordillo. O que te pase como a mí, conduciendo un coche alquilado en una visita que hice a Inglaterra unos meses antes de venirme a vivir aquí. Asustado por un camión que venía por el carril contrario, me pegué demasiado a la izquierda y me cargué el retrovisor contra el de un coche que estaba aparcado. La solución para evitar una situación como esta es procurar fijarte bien en el lado derecho de la carretera. No confiándote y teniendo un poco de cuidado (el que yo no tuve) no hay ningún problema.
Una situación interesante y habitual es la de traerte tu coche con el volante a la europea al Reino Unido. Es lo que yo hice: me vine a Inglaterra en mi coche desde Madrid, cogiendo el transbordador Bilbao-Portsmouth y sufriendo un viaje de 36 horas en medio de una marejada que sacudía el gigantesco ferry como si fuese el barco pirata del Parque de Atracciones. Conducir en Inglaterra desde el asiento malo es menos difícil de lo que parece, y desde luego tiene la ventaja de que te ahorras todos los problemas que cuento en el párrafo anterior, pero por supuesto tiene sus inconvenientes. Es un engorro en los aparcamientos con barrera, ya que para coger el tique es necesario estirarse o incluso a veces bajarse del coche para alcanzar la máquina expendedora. Más serio es el problema de la visibilidad. Para adelantar en carriles de doble sentido, ir en el otro asiento te obliga a separarte bastante del coche de delante para poder ver bien si te viene alguien de frente. Entrar en una rotonda es también fastidioso, sobre todo si llevas pasajero en el asiento del copiloto, ya que no te deja ver bien. Pero el problema de visibilidad más grave es al incorporarse a una autopista: si el carril de aceleración es corto y hay que meterse rápidamente, puedes encontrarte en un aprieto, sobre todo si llueve, es de noche y tienes todos los cristales empañados. Es siempre imprescindible girar bien la cabeza para ver si te viene alguien. En este aspecto, la diabólica incorporación de la M32 a la M4 dirección Londres me ha hecho pasar muy malos ratos. De todos modos, no quiero asustar a nadie. Teniendo un mínimo de cuidado no tienes por qué correr ningún peligro.
Por otro lado, conducir un coche con el volante a la izquierda en Inglaterra tiene sus ventajas. Desaparece el problema del angulo muerto, ya que utilizas sobre todo el retrovisor lateral más alejado de ti. Puedes controlar mejor la distancia a la izquierda, algo de agradecer en ciudades como Bristol donde tienes que estar continuamente adelantando ciclistas o atravesando calles estrechísimas, donde a menudo tienes que pegarte mucho a la izquierda para dejar pasar al coche que te viene de frente.
La conducción por la izquierda no es exclusiva del Reino Unido. Casi todas sus antiguas colonias, como India o Australia, siguen la misma costumbre. Otros países, como Japón, también lo hacen sin haber sido nunca parte del Imperio Británico. He encontrado este artículo en la Wikipedia que da un montón de información interesante sobre el tema (en inglés). En él se cuenta una explicación del porqué de la conducción a la inglesa, que ya había oído yo por aquí: esta costumbre data de tiempos antiguos, en los que se prefería montar a caballo por este lado para poder defenderse con la espada en caso de ser atacados por alguien viniendo de frente. Según el artículo, fue Napoleón quien extendio al resto de Europa la costumbre de circular por la derecha.
Temas relacionados: Calles estrechas, Urbanistas locos en el Reino Unido, las carreteras irlandesas se pasan al sistema métrico
Más información: Rules of the Road [Wikipedia]
2 comentarios:
Muchas gracias!!! me mudo proximamente a Inglaterra, y estaba dudando si llevarme o no mi coche... me tranquiliza mucho lo que dices, a ver si sobrevivo!!!
Pero si en la península y en muchas partes de Europa el tráfico circulaba x la izqda hasta los años 30 y en Suecia hasta los sesenta así que no es que los ingleses, irlandeses nos lleven la contraria. Además, durante el imperio era la norma andar x la izqda p. ej. sinister, dexter, sinister, dexter según la tradición de las legiones.
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