viernes, enero 28, 2005

Wetherspoons prohibe fumar

He escuchado esta semana que la cadena de Wetherspoons tiene previsto prohibir fumar en sus locales. Se tratará de una medida pionera en el Reino Unido que va un paso más allá de los propósitos del Gobierno, anunciados hace unas semanas, de introducir leyes que limiten fumar en pubs y restaurantes (de lo que ya hablé en esta bitácora). Wetherspoons ya cuenta desde hace años con zonas para no fumadores, algo no muy común en los pubs de este país.

Wetherspoons es una cadena de pubs con mucha presencia en los ciudades y pueblos ingleses. A determinadas horas sirven comida típica de pub: hamburguesas, curry, lasaña, etc. La calidad es aceptable y no es muy caro. Por la noche son sitios bastante concurridos gracias a los bajos precios de las bebidas y a que suelen ser amplios, bien iluminados y sin música. En Bristol debe de haber unos cuantos, aunque sólo conozco el que hay en el Triángulo y otro cerca del centro. Pese a ser una cadena, cada local tiene un nombre distinto, supongo que para darle aire más de pub tradicional que de cadena. El del Triángulo se llama Berkeley, y el del centro Commercial Rooms.

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jueves, enero 27, 2005

Auschwitz



Hoy es el 60 aniversario de la liberación del campo de concentración de Auschwitz. Numerosos mandatarios y personalidades de todo el mundo visitarán hoy el lugar para conmemorar el día. En el Reino Unido hoy es el Holocaust Memorial Day.

Más de un millón de personas fueron exterminadas en Auschwitz, la mayoría de ellos judíos, pero también un número no despreciable de gitanos, homosexuales, inválidos y prisioneros políticos. La magnitud del crímen desde luego es enorme, pero lo que convierte a Auschwitz en uno de los más terribles monumentos a la Maldad no es el número de asesinados, sino la inhumana eficiencia industrial con la que el crimen se llevo a cabo; cómo un estado moderno y civilizado organizó, de la mano de los nazis, una maquinaria para exterminar a sus ciudadanos.

La aniquilación de la población judía en Europa fue la culminación de una historia nada modélica de persecución, discriminación, expulsiones y pogromos, en la que también participamos los españoles, con la expulsión de los judíos por parte de Isabel la Católica. Fue el fin de la contribución de los judíos a la cultura europea, que tantos ejemplos ha dado. En países como Polonia los judíos conformaban el 10% de la población antes de la guerra.

Más links:
Noticia en la BBC
Campo de Concentración de Auschwitz en Wikipedia

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martes, enero 25, 2005

Last order: de copas en el Reino Unido

El debate político más candente de la semana pasada fue la entrada en vigor en Inglaterra el mes que viene de las nueva ley de licencias (Licensing Act) aprobada el año pasado. Según esta nueva legislación, se acabará con la actual restricción que impide servir bebidas alcohólicas después de las 11 de la noche, y será teóricamente posible mantener abiertos los pubs durante las 24 horas del día. La anterior ley de licencias se remonta a 1915, cuando para fomentar la productividad de la industria durante la I Guerra Mundial se quiso limitar las costumbres bebedoras de los británicos.

Los británicos beben mucho. La bebida más popular es la cerveza, que se sirve típicamente en pintas (pint), medida de aproximadamente 0.6 litros. También se pueden pedir medias pintas o botellas de tercio. El Reino Unido tiene varios tipos de cerveza tradicional o ales. Suele tener menos gas que la cerveza rubia típica (que ellos llaman lager), y se suele servir a temperatura ambiente. Estas cervezas suelen ser de fabricación artesanal y son generalmente muy buenas. Sin embargo por la noche la gente suele beber sobre todo lagers: Fosters (una cerveza australiana bastante mala), Stella Artois, Becks son las favoritas. La gente también suele beber a veces vino (en vasos) o combinados. Algo que estoy empezando a ver en España que aquí está muy extenido, sobre todo entre las mujeres, son lo que aquí llaman alcohopops: combinados embotellados de colores vivos, como el Bacardi Breezer o el Smirnoff Ice. Son bebidas alcohólicas basados en vodka o algún otro licor, con graduación similar a la cerveza (5º).

La gente suele beberse una media de tres a cuatro pintas en una noche. Uno de los motivos es quizás la costumbre de las rondas: al revés que en España, aquí no paga cada uno su bebida: lo habitual es que, en grupos no muy grandes, cuando alguien vaya a pedir lo haga por todo el grupo. La siguiente vez lo hará otra persona, etc. De este modo, si hay N personas se acaba tomando N bebidas.

Los británicos además beben muy deprisa. El motivo es precisamente el que a partir de las 11 no se pueda servir alcohol. Pocos minutos antes de esa hora algún camarero toca una campana de last orders o "últimas rondas", momento en el cual la gente aprovecha para comprar las bebidas de dos en dos y bebérselas antes de que el pub cierre en media hora. Después de que el pub cierra, la gente sale a la calle. Uno de los motivos de la nueva ley es evitar precisamente esto: la confluencia en la calle sobre las once y media de toda la gente que sale de los pubs en distintos grados de embriaguez. En algunas zonas no muy recomendables esto suele ocasionar problemas de orden público. El objetivo de la nueva ley es que el cierre de los locales se distribuya a lo largo de la noche para evitar esto.

Hay que apuntar que los británicos tienen una actitud hacia la diversión bastante distinta de los españoles. Los españoles solemos considerar la bebida como un medio para pasarlo bien más que un fin en sí mismo. No ocurre lo mismo en el Reino Unido: se trata de una cultura mucho más fría y dependiente de grandes cantidades de alcohol para engrasar los contactos sociales. Además, el ambiente aquí suele ser mucho más tenso en las zonas de salir. Por supuesto es algo bastante subjetivo, pero no me suelo sentir cómodo cuando estoy en algún pub o bar de copas de aquí. Es muy fácil empezar una pelea. En Madrid suelo notar un ambiente mucho más relajado y de "buen rollo". A los porteros de los sitios, que dicho sea de paso suelen ser bastante profesionales, no les suele faltar trabajo atajando altercados y expulsando a los revoltosos de los locales.

El plan de la nueva legislación es, en suma, intentar reconducir las costumbres bebedoras de los ingleses y hacerlas más civilizadas. Sin embargo hay muchas voces escépticas de que se vaya a conseguir esto, que dicen que la libertad de horarios lo que hará será animar a los británicos a beber más aún. La legislación prevé muchas cortapisas contra la liberalización salvaje, descritas aquí, pero mucha gente cree que no serán suficientes.

lunes, enero 24, 2005

Julian Cope en Bristol

Julian Cope es desde mis tiempos en la Universidad mi artista de rock favorito: sus obras maestras Peggy Suicide, Jehovahkill y Autogeddon son lo más preciado de mi discoteca. No es muy conocido, al menos fuera del Reino Unido; tuvo su momento de gloria en los ochenta, primero formando parte de Teardrop Explodes, una banda neopsicodélica de la misma hornada liverpuliense que Echo and The Bunnymen, y luego en solitario. Alcanzó cierto éxito comercial, hasta que historias sobre su extraño comportamiento en escena y su abuso de drogas alucinógenas hicieron que el gran público lo tachara mentalmente como un Syd Barrett más y se olvidara de él para siempre.

Sin embargo, Cope siguió su carrera, ya para una audiencia mucho más minoritaria, y en a principios de los noventa sorprendió con una serie de álbumes brillantes (los que menciono más arriba), originalísimos y llenos de ideas. Estos trabajos cubrían un abanico musical muy variado difícil de clasificar: pop luminoso, sonidos acústicos, rock salvaje y menos salvaje, psicodelia e incluso musica de baile. Los excesos de su etapa anterior parece que quedaron atrás, aunque para nada se atenuó su excentricidad; más bien se consolidó. Paralelamente a su carrera musical, desarrolló un interés grande por los monumentos prehistóricos, que le llevó a escribir una aclamada a la vez que heterodoxa guía de restos en el Reino Unido, The Modern Antiquarian. También escribió un libro sobre otra de sus pasiones: el krautrock, especie de rock cósmico alemán de los setenta. Hacia finales de los noventa, su peculiar visión del mundo y sus creencias neopaganas empezaron a pesar demasiado sobre su música y su creatividad entró en declive. Dejó el sello Island, y se pasó a Echo, y más tarde a su propio sello, Head Heritage. Su carrera musical se hizo más difícil de seguir y pasó a ser más minoritaria aún. Le perdí el rastro, pensando que ya se había retirado.

Hace un par de meses tuve la oportunidad de ir a verlo a Bath a una charla que dio en una librería sobre Megalithic European, una guía de monumentos megalíticos en nuestro continente. Fui con mucha curiosidad, con la idea de encontrarme un personaje desquiciado, quizás fanático. Fue una gran sorpresa; lo encontré excéntrico sin duda, pero centrado e interesante: un comunicador fluido y erudito. Mi interés por él se renovó grandemente. Poco después me enteré de que iba a tocar en Bristol y no pude creer mi suerte. No tardé ni dos días en comprar las entradas.

El concierto fue el viernes pasado en el Fleece, un pub/sala de conciertos de mediano tamaño (200 personas de aforo) cerca de Victoria Street. En al entrada venían las 8 de la tarde como hora de comienzo pero por primera vez fui listo y aparecí a las ocho y media, ahorrándome la espera. Poco después de que llegara aparecieron los teloneros, Litmus, tocando una especie de rock progresivo con sintetizadores a lo Doctor Who: espesos e infumables. Tocaron un poco más de media hora. Me pareció que hacia el final el cantante hizo un comentario dolido al ver que nadie le pedía un bis. Pero lo tocaron igual.

Luego vino una espera de las habituales en el múndo de los conciertos: unos tres cuartos de hora, en una sala que ya estaba bastante llena (las entradas estaban agotadas), escuchando a Kim Fowley de música ambiental y defendiendo el medio metro cuadrado de espacio en el que me había hecho fuerte, desde donde no se veía mal el escenario. Aproveché para curiosear a mi alrededor qué tipo de gente es fan de Julian Cope: la mayoría treintañeros y no pocos cuarentañeros. Muchas greñas, desaliño, y sutil aire de tío raro. Algún punkoide de piel remachada. Muchas novias o esposas resignadas.

Al fin apareció el hombre. Vestía todo de negro: gafas de sol, sobrero de cuero, camiseta descolorida de una gira de hace años y botas militares. Melenas y barba recortada. Los músicos que le acompañaban parecían más jóvenes, quitando el teclista. Varios de ellos iban con la cara pintada. Empezaron fuerte, tocando Hanging up and hanging out to dry, una de mis canciones favoritas. Me sonó bien aunque la voz era ahogada demasiado por los instrumentos. Cope, pese a su aspecto ya maduro (debe rondar los cuarenta y muchos), dio un asombroso espectáculo de contorsiones simiescas encima del soporte del micrófono. Este soporte fue uno de los protagonistas del concierto: una gruesa barra de metal extensible, con forma de L invertida y ganchos a los lados como los de los postes telefónicos para que Julian pudiese trepar por ellos y quedarse erguido mirando al público, como un pájaro exótico pero sin jaula.

Las siguientes canciones no las conocía: Motherfucking-no-sé-qué, My Pagan Ass, y Gimme Head, de su nuevo disco. No estuvieron mal, especialmente la segunda, que no es de Cope propiamente sino de su grupo paralelo Brain Donor. El tono del concierto era claramente de rock de garage, muy a lo Iggy Pop. Sin embargo, el sonido no era bueno: y la voz, algo quebrada debido a tanto malabarismo, se perdía bajo un barullo de guitarras ininteligibles.

Julian sacó la guitarra Flying V, y se acabaron las convulsiones sobre el micrófono. A continuación tocó Highway to the sun y Necropolis, que fue otro de los momentos brillantes del concierto. Le siguió otro tema de su nuevo disco: Feels like a crying shame, que sosegó el tono de rock salvaje de hasta el momento con un ritmo más melódico, en la onda de su etapa Jehovahkill. Poco duró la tranquilidad: la siguiente canción fue S.T.A.R.C.A.R., con su preludio psicodélico y en la que el guitarrista nos infringió un largo solo in crescendo que acabó en el paroxismo y el ruido blanco ante el desconcierto del público.

El resto del concierto flojeó un poco. Tocaron Hell Is Wicked, del nuevo album, Double Vegetation y una decepcionante version Space Hopper, desafinada y sin ese ritmo que en el disco la hace tan bailable. Julian Cope también empezó a desbarrar. Se volvió a desprender de su guitarra y retomó sus contorsiones con el soporte del micrófono. Dejó el escenario y fue a saludar al público, caminando sobre la barra del bar. Durante todo el concierto Cope se mostró muy cercano al público, hablador y bastante bufonesco, con aspecto evidente de estar pasándoselo muy bien. En un momento hilarante dijo que el concierto le estaba gustando mucho y que tenía un montón de canciones más preparadas, y preguntó, totalmente en serio, hasta qué hora solíamos quedarnos por la noche en Bristol. Cuando le dijo alguien del local que sólo tenía media hora más puso cara de sorpresa y decepción.

La actuación terminó con el colofón más apropiado: Reynard The Fox, para satisfacción de un par de fans que desde las primeras filas no paraban de gritar pidiéndola en cada intermedio entre canciones. Y pensé, "ay", porque la canción tiene un intermedio recitado. En el que, como temía, Cope se extendió durante larguísimos minutos improvisando incoherencias, balanceándose furiosamente encima del soporte del micrófono.

Volví a casa con emociones contradictorias. Musicalmente hablando, el concierto fue un poco decepcionante: un sonido bastante malo y una interpretación que no está a la altura de las grabaciones de estudio. Se centró mucho en sus canciones más rockeras, sin apenas tocar ninguna de sus canciones más acústicas, que son mis preferidas. El espectáculo eso sí fue demoledor. No había visto a nadie moverse con tanta destreza de una manera tan salvaje sin romperse la crisma. Y por supuesto está el haber podido ver a Cope en directo después de tantos años; sin duda alguna mereció la pena.

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jueves, enero 20, 2005

Pa-ta-ta



Es triste pero la noticia sobre los malos tratos de soldados británicos a prisioneros iraquíes no sorprende mucho. No sólo por el precedente reciente de Abu Ghraib; a lo largo de la historia las guerras han sido el mejor escaparate de la brutalidad humana. Aunque seamos positivos; la humanidad ha avanzado un poco y las guerras de estos días son menos brutales que las de antes. En la II Guerra mundial esta preocupación por evitar víctimas civiles no era la misma que la de ahora: las bombas atómicas caídas en Hiroshima y Nagasaki, junto con los bombardeos incendiarios de ciudades como Dresde y Tokio así lo atestiguan. Yendo más atrás en el tiempo, vemos intentos como el de la Convención de Ginebra de humanizar el tratamiento a los prisioneros, que aunque incluso a día de hoy son vulnerados incluso por supuestos adalides de la libertad como EE UU ejercen una considerable influencia sobre los gobiernos y la opinión pública. Sé que en el caso de la guerra total todas estas cortapisas se esfuman ante la lucha por la propia supervivencia (más o menos lo que ocurre en Palestina) pero mientras la civilización no se venga abajo podemos esperar que las guerras vayan haciéndose cada vez menos salvajes.

Decía, antes de divagar, que no sorprenden los malos tratos a los iraquíes. Lo que sí sorprende es que uno de los soldados implicados sea tan estúpido como para llevar a revelar el carrete a una tienda de fotos en su ciudad natal. Fue esto lo que destapó el caso: el empleado de la tienda, al ver las fotos, acudió a la policía. Yendo un paso atrás, hay que ser realmente estúpido para hacerse fotos de uno mismo torturando a alguien. Y es muy inquietante: significa que la persona considera la escena en la que participa divertida o digna de ser recordada, y que no teme que pueda volverse contra él.

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miércoles, enero 19, 2005

Mano dura de los británicos en Irak

Muchos británicos que se oponían a la participación de tropas de su país en la invasión de Irak se consolaban pensando que la colaboración de su país al menos serviría para contrarrestar la belicosidad estadounidense con un estilo mucho más profesional y civilizado. Mientras el caos se extendía por las regiones controladas por los norteamericanos y los medios de comunicación informaban sobre las tácticas agresivas y los desmanes de sus soldados con la población civil, la zona sur de Irak, asignada al ejercito del Reino Unido, se ha mantenido en relativa calma. Algunos analistas apuntaban que los británicos, con la experiencia adquirida en el conflicto de Irlanda del Norte, estaban más preparados para afrontar el reto de convivir con una población hostil y tratar de congraciarse con ella, o al menos no soliviantarla innecesariamente. Prácticas como que los soldados no lleven casco sino gorra al patrullar para no resultar intimidatorios señalaban una diferencia clara con el dispara primero, pregunta después de los estadounidenses.

Me pregunto hasta qué punto todo esto ha quedado en entredicho con el escándalo de los malos tratos que se destapó ayer. En un campamento de distribución de ayuda humanitaria, ante la acción recurrente de saqueadores, los responsables ordenaron "mano dura" (work them hard). Las fotos desde luego no llegan al nivel de infamia que las de Abu Ghraib pero dañan muchísimo la reputación del Ejército británico, y se teme la reacción del mundo musulmán.

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martes, enero 18, 2005

Las carreteras irlandesas se pasan al sistema métrico

El próximo jueves, según informa la BBC, Irlanda reemplazará todas sus señales de tráfico en millas por hora por sus equivalentes en kilómetros por hora. Se tratará de una complicada operación logística en la que más de 30.000 señales deberán sustituidas antes de ese día. Actualmente Irlanda tiene un sistema mixto en el cual las distancias aparecen en km y las velocidades en millas por hora.

El sistema de señales de tráfico irlandés no tiene muy buena prensa. Además, es ligeramente distinto al usado en el resto de Europa. Por ejemplo, las señales de peligro son con forma de diamante y fondo amarillo en vez de triangulares. Según parece, poco después de la independencia del país en 1922 se sustituyeron las señales de tráfico de estilo británico por otras parecidas a las usadas en Estados Unidos.
Puede parecer un cambio bastante complicado pero no parece ser nada comparado con el ocurrido en Suecia en 1967, cuando el país entero dejó de conducir por la izquierda (a la inglesa) y se pasó a la conducción por la derecha como la mayoría de los países europeos.

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lunes, enero 17, 2005

Manteros terroristas

El otro día en los cines Vue de Cribbs Causeway pude ver este anuncio de FACT:

Top Manta terrorista

Me recordó mucho a esto otro:

sábado, enero 15, 2005

Los bárbaros en Babilonia

Recuerdo cómo en clases de historia en el instituto nos contaban que el Partenón de Atenas está en ese estado semiderruido no por un proceso de degradación natural a lo largo de los siglos sino porque los turcos lo utilizaron como polvorín durante un asedio de los venecianos en el siglo XVII. Al bombardear éstos con artillería la ciudad, un obús impactó en el monumento haciendo que saltara por los aires. Esta historia, que cuento de cabeza aderezada con un par de googles, también la pude leer en una tira cómica de Quino, comentada por Mafalda con alguno de sus habituales valoraciones negativas sobre la estupidez de la humanidad.

Ayer sábado destacado en la primera página de The Guardian leí cómo un informe del Museo Británico pone el grito en el cielo por la falta de cuidado que los militares estadounidenses han tenido con los restos arqueológicos del emplazamiento de la antigua Babilonia, donde montaron un campamento militar junto a soldados polacos. En el artículo, se cuenta entre otros disparates cómo han usado arena y restos de ladrillos con inscripciones de Nacubonodosor para rellenar sacos terreros, o han llenado éstos con material proveniente de otros lados, contaminando el lugar y complicando el trabajo de futuros arqueólogos. La noticia también es referida por la BBC.

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jueves, enero 13, 2005

El discreto príncipe Harry


El tío Eduardo estaría orgulloso de mí

Es sorprendente el eco que está teniendo en todo el mundo la última gamberrada del hijo menor de la princiesa Diana. El pasado fin de semana acudió a una fiesta de cumpleaños de un amigo en Wiltshire vestido con un uniforme nazi, con brazalete y esvástica y todo. Esta noticia, desvelada por el tabloide The Sun, es una de las más sonadas de hoy en el Reino Unido . Acabo de echar un vistazo a las portadas de las ediciones electrónicas de los principales diarios de calidad británicos (The Guardian, The Independent, Daily Telegraph y The Times) y figura bien destacada y es de esperar que mañana esté a toda plana en sus ediciones en papel. Por supuesto, la BBC también se hace eco.

El príncipe se ha disculpado con una nota de prensa pero hay un clamor en todo el país para que lo haga en público; los líderes del partido Conservador (Michael Howard) y el Liberal Demócrata (Charles Kennedy) han reclamado una comparecencia pública para disculparse. También se ha sugerido que acompañe a la delegación británica que a finales de mes viajará a Auschwitz para conmemorar los 60 años de la liberación del campo.

Parece que el 2005 no empieza con muy buen pie para el chaval. El año pasado sus peripecias ya le pusieron en el punto de mira de la prensa: acusaciones de que fue enchufado en el colegio de Eton, su vuelta precipitada de Argentina entre rumores de secuestro y de desenfrenada vida nocturna, su refriega en Australia con un grupo de paparazzi. Pero estos rasgos de rebeldía no son nuevos: hace unos años los británicos recibieron con escándalo la revelación de que Harry había fumado porros con 16 años. Para contrarrestar toda esta mala prensa el príncipe ha estado involucrado en labores humanitarias. Más información en la BBC.

Hasta cierto punto es comprensible que el Reino Unido esté en estado de shock por la noticia; pasado ya más de medio siglo la II Guerra Mundial sigue muy presente en la conciencia de los británicos, quienes todos los años celebran con gran solemnidad Remembrance Day el 11 de noviembre para conmemorar a los muertos de las dos Guerras Mundiales del siglo pasado. A lo largo de todo el mes, la amapola, que al crecer en los campos de batalla europeos tras las Guerras Napoleónicas se convirtió en símbolo de los soldados caídos, aparece decorando las solapas de los abrigos y los monumentos memoriales. Los nazis siguen ejerciendo fascinación sobre los británicos, quienes no se cansan de ver documentales en la televisión sobre Hitler y sobre los nazis (sobre todo en Channel 5).

Lo que no entiendo tanto es la relevancia que en el resto del mundo se está dando a la noticia. Desde luego que la tercera persona en la línea de sucesión a la jefatura de estado del un país tan importante como el Reino Unido tenga tan poco cuidado con lo que hace es digno de noticia. Aunque no deja de ser algo inocente: un mero disfraz para una fiesta privada de un joven que quiere divertirse y ser transgresor, como la mayoría de los jovenes de su edad. Creo que los medios de comunicación se han cansado de tanta tragedia con el tsunami y necesitaban desahogarse con un poco de frivolidad.

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Armas de destrucción Masiva

MATTHIAS: My eyes are dim. I cannot see.
CENTURION: Are you Matthias?
MATTHIAS: Yes.
CENTURION: We have reason to believe you may be hiding one Brian of Nazareth, a member of the terrorist organisation, the 'People's Front of Judea'.
MATTHIAS: Me? No. I'm just a poor old man. I have no time for law-breakers. My legs are grey. My ears are gnarled. My eyes are old and bent.
CENTURION: Quiet! Silly person. Guards! Search the house. You know the penalty laid down by Roman law for harbouring a known criminal?
MATTHIAS: No.
CENTURION: Crucifixion.
MATTHIAS: Oh.
CENTURION: Nasty, eh?
MATTHIAS: Hm. Could be worse.
CENTURION: What do you mean, 'could be worse'?
MATTHIAS: Well, you could be stabbed.
CENTURION: Stabbed? Takes a second. Crucifixion lasts hours! It's a slow, horrible death!
MATTHIAS:Well, at least it gets you out in the open air.
CENTURION: You're weird.
SERGEANT: No, sir. Couldn't find anything, sir.
CENTURION: But don't worry! You've not seen the last of us, weirdo.
MATTHIAS: Big Nose.
CENTURION: Watch it.
MATTHIAS: Phew, that was lucky.
BRIAN: I'm sorry, Reg.
REG: Ohhh, it's all right, siblings. He's sorry. He's sorry he led the Fifth Legion straight to our official headquarters. Well, that's all right, then, Brian. Sit down. Have a scone. Make yourself at home. You klutz! You stupid, bird-brained, flat-headed--
BORING PROPHET: ...this great, big, juicy melon behind.
MATTHIAS: My legs are old and bent. My ears are grizzled. Yes?
CENTURION: There's one place we didn't look. Guards!
MATTHIAS: I'm just a poor old man. My eyesight is bad. My eyes are poor. My nose is knackered.
CENTURION: Have you ever seen anyone crucified?
MATTHIAS: Crucifixion's a doddle.
CENTURION: Don't keep saying that.
SERGEANT: Found this spoon, sir.
CENTURION: Well done, Sergeant! We'll
be back, oddball.


Más sobre farsas aquí.


miércoles, enero 12, 2005

Paga por tu dinero

Hace poco los consumidores logramos que los cajeros automáticos informaran de su comisión de uso antes de efectuar la retirada de efectivo. Estas comisiones son normales cuando se saca dinero de cajeros de otros bancos que no son de la red a la que nuestra tarjeta está adscrita (Servirred, 4B, etc). Desde abril de el año pasado, los terminales están obligados a avisarnos del cobro de comisión con antelación y a ofrecernos la posibilidad de cancelar la operación.

Poco tiempo nos ha durado la alegría: he leído hoy que el Banco Popular ha decidido que cobrará a sus clientes por el uso de sus propios cajeros automáticos . Sin duda se trata de una medida que será copiada por muchas otras entidades. Según dice la noticia de El Mundo, la medida viene motivada por la caída de beneficios de los bancos debidas a los bajos tipos de interés y al previsible declive del negocio de las hipotecas.

En el Reino Unido, recientemente he leído noticias de que los bancos también planean el fin de las retiradas de dinero gratuitas. La BBC lo cuenta así. Últimamente he observado la aparición de cajeros automáticos de empresas privadas en lugares tan poco habituales como pubs o gasolineras, que cobran una comisión de entre una o dos libras. Muchos bancos están vendiendo sus terminales a estas empresas para ahorrar costes, como cuenta The Guardian. Estas medidas han sido acogidas tan negativamente por los ciudadanos que el propio Parlamento se ha interesado por el asunto.

Me pregunto si la gente estará dispuesta a pagar por disponer de su propio dinero. No son los mejores tiempos para la imagen pública de los bancos, después de haber sido duramente criticados por cobrar comisiones a las transferencias de donaciones después de la tragedia del tsunami asiático. Es de esperar que mucha gente se negará a pagar estos sobrecargos y optará por retirar el dinero directamente de la ventanilla. Hasta que los bancos decidan imponer comisiones por ello. Siempre nos quedarán los calcetines.

Actualización 14 enero 2005
Parece que se han rajado (vía Escolar.net)

martes, enero 11, 2005

Prohibido fumar

Cualquiera que, cómo yo hace dos semanas y media, desembarca en el aeropuerto de Barajas y se dispone a coger el metro para llegar a su destino se encuentra en el vestíbulo de la estación una enorme señal de "Prohíbido fumar" como primera bienvenida al país.

Pasados unos días de uso frenético del suburbano madrileño pude confirmar que sus responsables han comenzado una verdadera cruzada antitabaco. Es extraño porque la gente nunca ha fumado mucho en el metro: jamás he visto a nadie hacerlo dentro del vagón, como mucho a veces esperando en el andén. He estado mirando en Internet y he descubierto que esta campaña comenzó en noviembre. Se hace eco de ella El País y El Mundo.
Estoy completamente de acuerdo con ella.

Coincide todo esto con otra noticia que saltó ayer: en Italia, a partir de ayer, está prohibido fumar en lugares públicos. Me pregunto si esta medida tendrá éxito en un pueblo que me da la impresión de que es tan indisciplinado como el español. Parece que una ola antitabaco recorre Europa. En marzo del pasado año Irlanda introdujo la prohibición de fumar en pubs. Pasados unos meses la ciudadanía irlandesa parece contenta con los resultados. En noviembre del mismo año, el Gobierno británico publico un estudio sobre la salud pública en el que aboga por una prohibición parcial. Ésta sólo afectaría a los pubs que sirven comida, quedando exentos aquellos en los que sólo se sirven bebidas, y se aplicaría gradualmente. Como era de esperar, en seguida surgieron voces criticando estas intenciones. Últimamente el gobierno británico ha sido acusado de invadir el espacio de responsabilidad individual de cada uno; la oposición conservadora emplea el término nanny state (estado-niñera) para referirse a esta propensión de los laboristas de inmiscuirse en la vida de los ciudadanos.

Como curiosidad, una acusación que he escuchado es la de que la prohibición sólo beneficiaría a las clases pudientes, más inclinadas a visitar gastropubs sofisticados donde sirven comida frente a los pubs cutres que sólo sirven alcohol más frecuentados por la clase trabajadoras. Este tipo de argumentos basados en el clasismo son muy comunes en un país con una conciencia de división de clases (class divide) tan marcada como es el Reino Unido; recientemente oí un argumento similar en la polémica sobre las nuevas leyes de juegos de azar.

martes, enero 04, 2005

Viejito Pascuero

Unos amigos míos chilenos me dijeron que es así como llaman en su país al personaje mágico que trae regalos el 25 de diciembre; me quedé inmediatamente enamorado del nombre. En España parece que hemos cogido de los franceses el nombre para referirnos a este personaje: Papá Noel, literalmente "Papá Navidad". Supongo que el hecho de que se trate de una tradición recientemente importada hace que no tengamos un nombre propiamente español.

En el Reino Unido su nombre es Father Christmas, aunque últimamente va extendiéndose más la denominación usada en los EE UU: Santa Claus, generalmente abreviado a "Santa", como nos recuerdan sus fastidiosas películas navideñas.

He encontrado en Internet una explicación del origen de este personaje.