sábado, octubre 29, 2005

Cambio horario

El día más temido por fin ha llegado. Mañana de madrugada cambian la hora. Otra vez los quebraderos de cabeza: ¿tengo que atrasar el reloj o adelantarlo? ¿Voy a dormir una hora más o una menos? Es sorprendente: hablando con la gente me he dado cuenta de que hasta los más inteligentes suelen tener problemas para comprender el funcionamiento del cambio de hora.

Yo tampoco soy muy ágil en entender lo anterior, pero hay una consecuencia del cambio horario de otoño que no se me escapa: durante los próximos cinco o seis meses, cuando salga del trabajo, ya será de noche. Coincide esto también, para empeorar mi desdicha, con el periodo del año en que los días son más cortos. En diciembre anochece sobre las cuatro de la tarde, aunque en los días más nublados la cosa es mucho peor y sobre las tres ya ha oscurecido del todo. Es precisamente la falta de luz solar, y no tanto otras cosas como la incesante lluvia, lo que para mí hace más deprimente el clima inglés.

Se siente uno como un vampiro, levantándose de noche, trabajando en oficinas inundadas de luz fluorescente y volviendo a casa de noche también. Nos quedan los fines de semana para disfrutar del día, aunque como oscurece tan pronto las posibilidades de hacer excursiones o pasar el día fuera están muy limitadas. De todos modos no debería yo quejarme, porque en lugares más al norte como Escocia la cosa es mucho peor. Es este precisamente uno de los motivos por los que se sigue manteniendo el cambio horario en el Reino Unido, a pesar de las unánimes protestas que surgen en el sur del país en esta época del año: si no se cambiase la hora, en lugares de Escocia no amanecería hasta las nueve de la mañana. Es un tema polémico, y hasta hay quien ha sugerido que Inglaterra abandone la franja horaria de Greenwich (una hora menos que en España) y se acomode a la que se rige en la mayoría del Continente, aunque esto suponga que en el Reino Unido haya dos franjas horarias.

A quien le interese el tema, en la Wikipedia se puede encontrar un artículo en inglés sobre los orígenes de la idea de cambiar el horario (el artículo también está en español) pero contiene mucha menos información).

Más en Parquestrit: Clima inglés, Four Seasons in One Day

1 comentario:

Anónimo dijo...

No podria estar mas de acuerdo. Odio el horario de invierno. Si ayer eran las cinco y cuarto y ya era de noche!! Y aun nos queda lo peor, en pleno diciembre cuando a las cuatro de la tarde miro por los ventanales de la oficina y esta todo oscuro. Que se joroben los escoceses y volvamos al horario de verano ya! Menos mal que en diciembre volvemos a España por unos dias y al menos es de dia hasta las cinco y media.