"¿A cuánto damos?". Varios que sacan el móvil para hacer la división, otros que intentan hacer alarde de cálculo mental, se redondea, se decide si lo que sobra es demasiado para propina, alguien que dice que pone más porque ha tomado postre. Finalmente se llega a un número, que se propaga boca a boca por la mesa y se repite varias veces para los despistados. Luego el revuelo de billetes, gente pidiéndole a su pareja que pague por él que luego se lo da, las manos poniendo y quitando del monton, que es mirado fijamente con indecisión y fastidio por alguien que sostiene un billete de 50 euros.
En el bar Camuñas toda esta ceremonia es mucho menos confusa ya que en el tique te dicen a cuánto sale por cabeza.
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