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Fawly Towers también sorprende por el tipo de humor salvaje que despliega, más cercano a South Park o los Simpson que a las comedias de situación tradicionales norteamericanas. Hay muchas teleseries en las que el matrimonio protagonista se lleva a matar, pero no he visto ninguna en al que la relación entre los cónyuges sea tan descarnadamente falta de amor como la de los Srs. Fawlty. Basil y Sybil se detestan, y están constantemente intercambiándose reproches y sarcasmos crueles. La violencia no sólo se limita a lo verbal: a menudo acaban a tortazo limpio, aunque suele ser Basil el que sale perdiendo. En realidad, en la serie todo el mundo acaba cobrando: empleados y hasta huéspedes, aunque el que se suele llevar la peor parte es el pobre Manuel, quien es continuamente agredido por su jefe con sartenes, cubiertos y otros utensilios. Fawlty Towers tiene, en efecto, un gran componente de humor físico, que a veces hace que parezca un tebeo de Mortadelo y Filemón, lleno de golpazos, persecuciones, caídas y todo tipo de accidentes extravagantes presentados con un ritmo frenético que te deja sin aliento. Hay también diálogos ingeniosos, situaciones de enredo y hasta toques de humor absurdo.
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El episodio más famoso de Fawlty Towers es el último de la primera temporada: "The Germans", que se burla sin ningún tipo de reparos de la antipatía que muchos ingleses siguen teniendo hacia los alemanes por motivo de las dos guerras mundiales. Comienza mostrando las peripecias de los empleados durante un simulacro de incendio en el que la cocina acaba quemándose de verdad. Basil acaba sufriendo un golpe en la cabeza y es llevado al hospital, de donde se escapa sintiéndose aún bastante confuso. Una vez de vuelta al hotel, se entera de que acaban de llegar huéspedes alemanes. Muy alborotado, Basil conmina a sus empleados que no saquen el tema de la guerra delante de ellos, pero es él mismo el que no puede evitar hacerlo una y otra vez. En el momento cumbre, tras haber conseguido ofender gravemente a sus clientes con continuas alusiones al pasado nazi, acaba saliendo del comedor al paso de la oca mientras imita los discursos de Hitler, en una de las escenas más famosas de la historia de la televisión británica. Asímismo, la frase "don't mention the war!" entró a formar parte del repertorio de frases humorísticas del país, y aún hoy, décadas después, se puede escuchar y leer en revistas o conversaciones.
En el video de abajo se puede ver la famosa escena de la que acabo de hablar (la versión completa es ésta). En Youtube hay también un montón de cortes de la serie que recomiendo ver a quien tenga más curiosidad.
Más información:
Sitio web no oficial de la serie, Odio Fawlty Towers (Cuaderno de Otis B Driftwood), Fawlty Towers (BBC Comedy Guide), Reseña de Fawlty Towers en Bibliópolis, por Rafael Marín, Fawlty Towers (Wikipedia)