Todos bromeamos a menudo sobre la manía de los británicos por ser distintos en todo. Podría pensarse que es un simple estereotipo, pero es que realmente las diferencias se pueden encontrar en todos los aspectos de la vida real. Ya he hablado sobre cómo conducen por el otro lado, o sobre lo reacios que son a usar el sistema métrico. Hoy hablaré de los enchufes.
Seguramente sea sólo cosa mía, que me fijo en estas menudencias, pero la primera vez que vi un enchufe británico me llamó bastante la atención. No sabía que fuesen distintos a los del resto de Europa. Aún los sigo encontrando extrañamente fascinantes. Lo más llamativo es su tamaño, mucho mayor que el de un enchufe continental, y su aire tosco y aparatoso, nada acorde con estos tiempos en los que todo es ergonómico, sinuoso y aerodinámico. Estos enchufes tienen tres clavijas metálicas de corte rectangular: dos en línea para la corriente y una tercera de conexión a tierra, perpendicular a éstas y más larga. Ésta última clavija es obligatoria hasta en los aparatos eléctricos más sencillos, y tiene la función añadida de empujar una pieza de plástico que destapa los otros dos orificios de la toma de corriente, sistema de seguridad que hace que muchas veces haya que empujar con bastante fuerza para insertar el enchufe en la toma, o en ocasiones para sacarlo.
Uno siempre se trae de España algún aparato eléctrico que otro (yogurteras, licuadoras, u otros electrodomésticos superútiles), así que es necesario comprarse adaptadores. Por requisito legal, estos también tienen que contar con fusibles, y son también, por tanto, bastante aparatosos (y caros). Venden también otros más sencillos sin fusible que teóricamente sólo se pueden usar con afeitadoras. Otra alternativa es no usar adaptador, aunque no voy a explicar cómo no vaya a ser que algún torpe lo intente, se electrocute y luego me eche la culpa. Los más manitas quizás se atrevan a cortar el cable y sustituir el enchufe continental por uno británico, haciendo los empalmes correspondientes. Es una opción barata, y muy sencilla. Por último, algo que he descubierto hace poco es el euroconvertor: se trata de un adaptador en el cual se introduce el enchufe europeo (ha de ser de los planos de dos clavijas), fijándose mediante un tornillo.
Estos enchufes no sólo se usan en el Reino Unido; también los hay en Irlanda y en muchas antiguas colonias británicas. Fueron introducidos en 1947, y posteriormente descritos por el estándar BS 1363. Sus defensores aseguran que son más seguros que los que se usan en el resto de Europa. Puede que sea cierto, pero si es así no lo parece. No tanto por los enchufes, sino por la instalación en su conjunto. En ninguna de las casas donde he vivido en este país tenían cuadros de protección muy sofisticados. El piso donde vivo ahora se lleva la palma. Una vez se fue la luz y me puse a buscar como loco dónde estaban los plomos. Bajé a ver si la luz se había ido en el cuadro general del edificio pero allí todo estaba en orden. Subí y me puse a rebuscar en todos los rincones de la casa sin éxito; el único sitio donde pensé que quizás estuviesen escondidos era un misterioso cajón situado en una esquina del pasillo, que no tenía rastro de portezuela ni ranura alguna. No podía estar en ningún otro lado, así que al final me armé de cuchillo y una buena dosis de paciencia. Tras media hora de esfuerzo, logré arrancar el cajón de la pared. En efecto: ahí se encontraba el modernísimo sistema de protección. Ni interruptores diferenciales ni nada: un simple fusible consistente en un alambre metálico fijado con tornillos, que hube de reemplazar por otro que compré en la ferretería y corté a medida. En España, cuando decimos que se han fundido los plomos suele ser en sentido figurado. Esta visto que en Inglaterra hay muchos sitios donde esas palabras aún se usan de forma literal.
Más información: BS 1363 (Wikipedia en inglés), The Origin of the BS 1363 Plug and Socket Outlet System (IEE)
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4 comentarios:
Te aseguro que no es solo cosa tuya... jejeje. Les gusta eso de llevar la contraria, hasta las divisiones las hacen del revés! No entiendo nada... estava totalmente convenida que las mates eran universales... pero tpoco...
La verdad es que si se va a pasar una temporadilla larga en Uk no vale la pena traer aparato alguno de España, hay muchos sitios donde se pueden adquirir muy baratos y adaptados al sistema del país y ahorras todos los gastos posteriores, y tiempo perdido, de adaptación.
A mí lo que me hace gracia es cada uno de los enchufes en mi casa vaya acompañado de un botoncito para on/off, que encuentro muy útil y muy seguro en determinadas circunstancias. Y la verdad es para cambiar los fusibles no tengo que arrancar nada de la pared, están muy bien señalizados y se extraen facilmente. Eso sí la casa es relativamente nueva, no sé si eso tendrá algo que ver...
Hay electrodomésticos que no se encuentran tan fácilmente en el Reino Unido, como por ejemplo exprimidores: cuando me quise comprar uno vi poquísimos y todos muy caros, de modo que al final me pillé uno baratito en España. Lo mismo ocurre al revés: aquí las tostadoras y los calentadores de agua te los puedes comprar por 5 libras prácticamente, mientras que en España son mucho más caros.
Lo de los interruptores en las tomas realmente es muy práctico.
Pues el enchufe sera segurisimo, pero yo me he clavado un enchufe de esos en el pie mas de una vez, y os aseguro que duele mogollon!
El enchufe americano es igual de seguro y mucho mas manejable....
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