Acostumbrado a siete años plácidos y sin sobresaltos por las carreteras inglesas, el claxon de mi coche no ha podido soportar el cruel cambio de volver a España. El otro día, en el puente de Segovia, mientras saludaba a un desgraciado de esos tan abundantes que cambian de carril en el último segundo sin poner el intermitente, noto que el timbre de la bocina se quiebra en un gallo quejumbroso. Ayer recibí con consternación: el diagnóstico del mecánico: mi claxon ha muerto.
(También ha pasado a mejor vida el aire acondicionado, verdadero motivo por el cual llevé el coche al taller. Quizás haya sido por falta de uso durante todo este tiempo. La broma me ha dejado tiritando: 700 púas del ala).
2 comentarios:
Entrar en un taller y empezar a perder dinero es todo uno, 530 napos he soltado yo este mes por el tema de la ITV, de reparaciones en el taller...
¿que tal el aterrizaje en España?
Yo cada vez que voy a España me desespero con la forma de conducir de la gente. Sobre todo con los que van por la vida "hueco veo hueco quiero".
Otra cosa a destacar es que en Madrid la gente conduce de manera muy agresiva comparando con otras ciudades de España. Supongo que la diferencia sera a la que existe entre Londres y otras ciudades mas pequeñas del reino Unido.
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