Hoy lo suyo sería hablar del espeluznante golpe terrorista que las fuerzas de seguridad británicas (¡benditas sean!) han logrado frustrar, pero no tengo nada interesante que comentar sobre ello, así que voy a dedicar la entrada de hoy a hablar de un tema más alegre que he encontrado en
5 de Redland Park: las despedidas de soltería.
En España este tipo de fiestas se han hecho bastante populares en los últimos años, pero aún están lejos de ser lo elaboradas que son en el Reino Unido.

Paulita pinta una buena estampa de
cómo es una despedida de soltera a la inglesa, en inglés
hen party (literalmente, "fiesta de gallinas": una descripción extremadamente apropiada). En Bristol es rara la noche de fin de semana que no se ve por las zonas de bares uno o varios grupos de mujeres (no siempre jóvenes) vistiendo el mismo disfraz, casi siempre tirando a picante: conejitas de Playboy, diablesas, colegialas o enfermeras. La novia suele ser fácil de reconocer por el cartel con la "L" roja, el mismo que llevan los conductores novatos en el coche, y a veces un velo blanco de traje de novia.
Las despedidas de soltero, por otro lado, son las
stag nights (
stag significa "ciervo", a qué vendrá eso). En este caso los participantes no suelen ir disfrazados, de modo que son más difíciles de reconocer. Nunca me he visto metido en una de ellas así que desgraciadamente no tengo mucho que decir (seguro que alguno de los lectores de este blog sí que ha estado en una y puede contarlo en los comentarios). El encargado de organizarlas es el padrino de la boda o
best man, que en el Reino Unido suele ser un amigo cercano del novio.
Últimamente la moda es alargar la fiesta todo un fin de semana y organizar
stag o
hen weekends. Mucha gente los pasa en los centros neurálgicos que el Reino Unido tiene para este tipo de fiestas (Nottingham, Blackpool, Edinburgo), pero últimamente con la aparición de los vuelos baratos los británicos se están acostumbrando a irse fuera del país a sitios como Praga, Barcelona o Dublín. El año pasado pasé un fin de semana en esta última ciudad, y paseando de noche por el barrio de Temple Bar lo encontré absolutamente infestado de grupos de despedidas de soltero y soltera. Madrid parece que de momento está al margen de esta plaga, pero las últimas veces que he estado he empezado a ver grupos de inglesas chillonas merodeando por los alrededores de la Puerta del Sol. Temblad, madrileños, la que se os viene encima.