Pues aquí estoy, en Madrid. Mi aparato digestivo a duras penas está aguantando los sucesivos embates de comilonas, mi cerebro echa humo tratando de encajar dignamente las citas con mis distintos grupos de amigos a lo largo de la semana, e incluso hoy me he atrevido a someter mis nervios a la indescriptible miseria que es conducir por la M30. En resumen: estoy feliz de haber vuelto a casa.
Como siempre, tengo una lista moderadamente larga de cosas por hacer de la que todavía no he tachado nada. Siempre me pasa que me tomo las vacaciones de Navidad como un oasis de tranquilidad en que ponerme al día en lecturas, gestiones pendientes y en aclararme las ideas sobre el curso de mi vida. En realidad, apenas encuentro tiempo para quedar con todo el mundo y para ordenar la habitación. Los días que tengo libres para quedarme en casa y respirar los malgasto sintiéndome culpable por no estar aprovechando al máximo mi precioso tiempo de vacaciones en mi ciudad.
No creo que durante estos días pueda escribir mucho en este blog. De nuevo, os deseo que paséis unas fiestas entrañables y ¡que disfrutéis apurando estas últimas gotas de 2005!
miércoles, diciembre 28, 2005
jueves, diciembre 22, 2005
Feliz Navidad
Estoy contento: he encontrado un sitio bueno para aparcar el coche. Encontrar a tiempo sitio donde dejarlo es uno de los estreses que siempre sufro cuando viajo a Madrid: el vuelo es a las cinco y media, así que generalmente le echo morro y salgo del curro sobre las tres para llegar al barrio, dejar aparcado el coche y coger el taxi que me lleva al aeropuerto.
En esta ocasión le he echado más morro aún y he salido al medio día, para "trabajar desde casa" durante el resto de la tarde. Flexibilidad laboral, algo de lo que precisamente hablaba el otro día.
Me espera el típico follón en el aeropuerto. Espero que no haya mucho lío, hace unos días leí que los simpáticos trabajadores de Iberia habían decidido organizar paros los jueves para protestar por no sé qué historias.
No creo que vuelva a escribir en los próximos dos días, así que aprovecho para felicitar la Navidad a todos los que me leéis y a agradeceros una vez más el que lo hagáis. Que os lo paséis muy bien estas fiestas, que comáis comida muy rica y ¡cuidado en la carretera!
En esta ocasión le he echado más morro aún y he salido al medio día, para "trabajar desde casa" durante el resto de la tarde. Flexibilidad laboral, algo de lo que precisamente hablaba el otro día.
Me espera el típico follón en el aeropuerto. Espero que no haya mucho lío, hace unos días leí que los simpáticos trabajadores de Iberia habían decidido organizar paros los jueves para protestar por no sé qué historias.
No creo que vuelva a escribir en los próximos dos días, así que aprovecho para felicitar la Navidad a todos los que me leéis y a agradeceros una vez más el que lo hagáis. Que os lo paséis muy bien estas fiestas, que comáis comida muy rica y ¡cuidado en la carretera!
lunes, diciembre 19, 2005
Los horarios españoles
Me ha sorprendido encontrar hoy en El País este reportaje en el que se aborda con un enfoque crítico el tema de las peculiares costumbres horarias españolas. En España, aunque la gente se suele levantar a la misma hora que en el resto de los países europeos, parece que el resto del día se desarrolle con dos o más horas de retraso: se come sobre las tres, se cena sobre las nueve o las diez y se va a la cama pasadas las doce. Esto, unido a que los descansos de las comidas se puedan alargar a más de dos horas, hace que la mayoría de la gente no salga del trabajo hasta las siete y pico como muy pronto.
Digo que me ha sorprendido el artículo porque es la primera vez que leo o escucho a alguien cuestionando públicamente los peculiares ritmos vitales españoles. Me da la impresión de que la mayoría de la gente los da por buenos sin pensárselo dos veces, considerándolos un rasgo más de nuestro carácter nacional del que incluso sentirnos orgullosos.
Yo tampoco veía ningún problema en el horario español hasta que me vine al Reino Unido. Ya a los pocos meses de venirme a este país me había dado cuenta de que las rutinas horarias de aquí son mucho más razonables y cómodas. El ejemplo más claro son las comidas. En Europa, el almuerzo se suele tomar sobre las doce, que es más o menos la hora a la que se empiza a tener hambre si se ha desayunado a las ocho o a las nueve de la mañana. Recuerdo el año que trabajé en España, antes de venirme aquí: sobre el medio día me entraba una gazuza que tenía que bajarme a la calle a comprarme unos ganchitos o si no no aguantaba hasta las dos y media. En cuanto a las cenas, en el Reino Unido se suelen hacer sobre las siete, al poco de llegar del trabajo, de modo que tienes el resto de la tarde libre para descansar o hacer lo que quieras. Además de este modo hay tiempo de sobra para hacer la digestión antes de irte a dormir.
Por supuesto, eso de disponer de un par de horas para comer tranquilamente y disfrutar de la sobremesa no está nada mal. Aquí apenas dispongo de tres cuartos de hora, y a menudo echo de menos las largas sobremesas y los menús de primero, segundo, pan, vino y postre. Pese a ello, esto de salir del trabajo sobre las cinco y media es una maravilla y lo compensa con creces. He hablado con mucha gente que trabaja en España y muchos me dicen que preferirían tener menos tiempo para comer si con ello pudiesen volver antes a casa.
El problema es que, aunque se acortaran en España los horarios de las comidas, la gente probablemente seguría saliendo tarde del trabajo por culpa de la atrasada cultura laboral española, que fomenta hacer horas extras sin ton ni son. Aunque este es otro tema bastante jugoso del que quizás hable otro día.
Digo que me ha sorprendido el artículo porque es la primera vez que leo o escucho a alguien cuestionando públicamente los peculiares ritmos vitales españoles. Me da la impresión de que la mayoría de la gente los da por buenos sin pensárselo dos veces, considerándolos un rasgo más de nuestro carácter nacional del que incluso sentirnos orgullosos.
Yo tampoco veía ningún problema en el horario español hasta que me vine al Reino Unido. Ya a los pocos meses de venirme a este país me había dado cuenta de que las rutinas horarias de aquí son mucho más razonables y cómodas. El ejemplo más claro son las comidas. En Europa, el almuerzo se suele tomar sobre las doce, que es más o menos la hora a la que se empiza a tener hambre si se ha desayunado a las ocho o a las nueve de la mañana. Recuerdo el año que trabajé en España, antes de venirme aquí: sobre el medio día me entraba una gazuza que tenía que bajarme a la calle a comprarme unos ganchitos o si no no aguantaba hasta las dos y media. En cuanto a las cenas, en el Reino Unido se suelen hacer sobre las siete, al poco de llegar del trabajo, de modo que tienes el resto de la tarde libre para descansar o hacer lo que quieras. Además de este modo hay tiempo de sobra para hacer la digestión antes de irte a dormir.
Por supuesto, eso de disponer de un par de horas para comer tranquilamente y disfrutar de la sobremesa no está nada mal. Aquí apenas dispongo de tres cuartos de hora, y a menudo echo de menos las largas sobremesas y los menús de primero, segundo, pan, vino y postre. Pese a ello, esto de salir del trabajo sobre las cinco y media es una maravilla y lo compensa con creces. He hablado con mucha gente que trabaja en España y muchos me dicen que preferirían tener menos tiempo para comer si con ello pudiesen volver antes a casa.
El problema es que, aunque se acortaran en España los horarios de las comidas, la gente probablemente seguría saliendo tarde del trabajo por culpa de la atrasada cultura laboral española, que fomenta hacer horas extras sin ton ni son. Aunque este es otro tema bastante jugoso del que quizás hable otro día.
domingo, diciembre 18, 2005
Rebajas de Navidad
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Más información: Christmas Chill on Oxford Street (BBC)
viernes, diciembre 16, 2005
Casas de apuestas
Os recomiendo que visitéis este artículo del blog Reciclando Palabras, en el que Borja habla de un tema muy interesante: las casas de apuestas, en inglés bookmakers o (coloquialmente) bookies. En España creo que no las hay, pero en el Reino Unido están extendidísimas, y hasta los pueblos más pequeños y pintorescos cuentan con alguna sucursal.
Enlace
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martes, diciembre 13, 2005
Villancicos ingleses
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Estoy seguro de que la mayoría de la gente ya ha escuchado villancicos tradicionales ingleses, aunque no sea capaz de recordarlos. He encontrado esta página donde se pueden escuchar versiones instrumentales estilo Richard Clayderman (¡ug!) de un buen número de ellos. También he encontrado en YouTube este vídeo de un famoso villancico español, cantado también en la calle.
Más información: Villancicos en mfiles.co.uk
Dulces navideños ingleses
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El Yule log es otro postre tradicional que también se toma en otros países de Europa. Es una especie de brazo de gitano decorado como un tronco de madera.
Por supuesto, en los supermercados se pueden encontrar un montón de otros postres y dulces, muchos de ellos traídos de otros países como por ejemplo el panettone italiano. En muchas tiendas es también posible encontrar turrón, aunque de España es lo único: no he encontrado aún ni mazapán ni polvorones. Esnif. Menos mal que en una semana me las piro.
lunes, diciembre 12, 2005
Christmas Crackers
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Más información: Navidad en Inglaterra: Las comilonas
miércoles, diciembre 07, 2005
El talante llega a los Tories
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La prensa se ha lanzado a señalar paralelismos entre Cameron y el joven Tony Blair, que en los años noventa relanzó el partido laborista con su invención del New Labour. El Partido Conservador lleva ya casi una década fuera del poder, sufriendo una amarga travesía por el desierto de la impopularidad y la irrelevancia. En las pasadas elecciones generales se vio incapaz de aprovechar electoralmente el desgaste de popularidad del primer ministro Blair. Después de la sucesión de fallidos líderes (William Hague, Ian Duncan Smith, Michael Howard), por primera vez las bases conservadoras se han llenado de ilusión: por fin parece que tienen un líder carismático y lleno de energía.
Cameron debutó ayer en la Cámara de los Comunes en la sesión de preguntas al Primer Ministro, y según he leído no lo hizo nada mal. Ha prometido un estilo de oposición totalmente distinto al de los últimos años: constructivo, optimista, postitivo, y aceptando las propuestas laboristas cuando se considere que son correctas. Cameron parece resuelto a acabar la imagen del partido conservador como el "partido antipático" (nasty party), muy arraigada entre las clases medias urbanas del Reino Unido. Tony Blair se va a encontrar en la incómoda situación de que sus polémicas propuestas de educación reciban el apoyo de los Tories y la oposición de muchos de los diputados laboristas. La política británica de los próximos meses promete ser apasionante.
Más información: Cameron chosen as new Tory leader (BBC)
lunes, diciembre 05, 2005
Adios al Routemaster
Esta semana es puente en España, y Londres se verá inundado de naúticos, barbours y jerseys de pico azul marino. Estos turistas españoles tendrán la oportunidad de vivir un momento histórico: el próximo viernes el famoso Routemaster se retira del servicio de la última línea en la que permanecía en activo.
El Routemaster es uno de los iconos más famosos de Londres, el decano de todos los autobuses de dos pisos. Fue introducido durante los años 60, y su éxito le ha permitido permanecer en servicio durante todo este tiempo. Aparte de su aire anciano y su personalísimo diseño de líneas redondeadas, la particularidad que lo distingue del resto de los double deckers que circulan por la capital es que, aparte del conductor, cuentan con un cobrador (curiosamente llamado conductor en inglés) que recoje los billetes con el autobús en marcha. Gracias a esto, y a que la subida al vehículo se hace a través de una plataforma sin puerta en la parte de atrás, las subidas y bajadas de viajeros son muy ágiles, motivo por el cual muchos londinenses le tienen gran aprecio.
Durante las últimas decadas el Routemaster ha sido retirado gradualmente de varias líneas londinenses, sustituido por autobuses más modernos. Sin embargo, la decisión de jubilarlo por completo se tomó hace un par de años, con la justificación - entre otras - de que incumplía la normativa de acceso a discapacitados. El proceso de retirada definitiva culmina este viernes, cuando este modelo de autobús hará por última vez el recorrido de la línea 159.
No hace falta decir que los londinenses han lamentado mucho la decisión de deshacerse de ese elemento tan inconfundible del paisaje urbano de su ciudad. No ayuda mucho el que muchos de los Routemaster vayan a ser sustituidos por autobuses articulados, cuyo aspecto pérfidamente "continental" hace que muchos ingleses los vean con antipatía. Otros serán sustituidos por autobuses de dos pisos más modernos y cómodos, aunque indudablemente con mucho menos encanto.
Yo no he viajado en Routemaster más que un par de veces. La experiencia fue realmente pintoresca, aunque no especialmente cómoda: el autobús es ruidoso, frío y temblequeante. Los asientos del piso abajo estaban dispuestos mirando hacia dentro, como en los vagones de metro. Por el pasillo central iba el cobrador cancelando el billete de los viajeros que acaban de subir. Para solicitar la parada recuerdo no había botones, sino que había que tirar de un cordón que había tendido por encima de las ventanas, a lo largo de los laterales. Aunque para bajarse o subir no hacía falta esperar a la parada: como la entrada no tiene puerta, se podía uno apear en los semáforos, e incluso con el autobús en marcha.
Este no es, no obstante, el fin de la presencia del Routemaster en las calles de Londres. Un puñado de ellos permanecerá en servicio en determinados tramos de las líneas 9 y 5 como "heritage routes" o "rutas históricas". El resto de la flota tampoco parece que vaya a ir directa al desguace: lo más seguro es que pasen todos al mercado de segunda mano. Me puedo imaginar a las agencias de publicidad de medio mundo frotándose las manos.
En el sitio web de la BBC se pueden encontrar varios clips de video tomados de programas antiguos de televisión en los que el protagonista es el Routemaster. También se pueden encontrar un montón de fotos en Flickr. Recomiendo igualmente el sitio web routemasters.co.uk, que ofrece una galería de fotos bastante interesante.
Más información: Routemaster (Wikipedia en inglés)
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Durante las últimas decadas el Routemaster ha sido retirado gradualmente de varias líneas londinenses, sustituido por autobuses más modernos. Sin embargo, la decisión de jubilarlo por completo se tomó hace un par de años, con la justificación - entre otras - de que incumplía la normativa de acceso a discapacitados. El proceso de retirada definitiva culmina este viernes, cuando este modelo de autobús hará por última vez el recorrido de la línea 159.
No hace falta decir que los londinenses han lamentado mucho la decisión de deshacerse de ese elemento tan inconfundible del paisaje urbano de su ciudad. No ayuda mucho el que muchos de los Routemaster vayan a ser sustituidos por autobuses articulados, cuyo aspecto pérfidamente "continental" hace que muchos ingleses los vean con antipatía. Otros serán sustituidos por autobuses de dos pisos más modernos y cómodos, aunque indudablemente con mucho menos encanto.
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Este no es, no obstante, el fin de la presencia del Routemaster en las calles de Londres. Un puñado de ellos permanecerá en servicio en determinados tramos de las líneas 9 y 5 como "heritage routes" o "rutas históricas". El resto de la flota tampoco parece que vaya a ir directa al desguace: lo más seguro es que pasen todos al mercado de segunda mano. Me puedo imaginar a las agencias de publicidad de medio mundo frotándose las manos.
En el sitio web de la BBC se pueden encontrar varios clips de video tomados de programas antiguos de televisión en los que el protagonista es el Routemaster. También se pueden encontrar un montón de fotos en Flickr. Recomiendo igualmente el sitio web routemasters.co.uk, que ofrece una galería de fotos bastante interesante.
Más información: Routemaster (Wikipedia en inglés)
sábado, diciembre 03, 2005
Rastrillo callejero
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jueves, diciembre 01, 2005
El enorme talento de Jordan
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Referencias: Jordan (Wikipedia en inglés)
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