En Inglaterra es bastante común encontrar en las carreteras furgonetas y camiones con una pegatina detrás que pone "How's my driving?", "Well driven?" o algún letrero similar junto con un número de teléfono. La idea es que si la gente puede llamar a protestar a la empresa por la conducción incívica de alguno de sus chóferes, estos se verán animados a circular de forma prudente y cortés.
Todo esto suena bastante razonable, pero siendo los ingleses como son, era inevitable que lo llevaran un paso más allá. Aunque muchas de estas pegatinas son iniciativa de la empresa propietaria del vehículo, existen al menos un par de organizaciones a las que uno se puede afiliar para que te gestionen el sistema, recogiendo las llamadas y comunicando incidencias. Una de las más extendidas se llama precisamente "How's my driving", y se reconoce por sus característico símbolo amarillo y negro de forma triangular.
Esto del "¿qué tal conduzco?" es un buen ejemplo de práctica que no tendría sentido implantar en España, donde conducir como ogros estreñidos es la norma. La gente lo que haría sería echar mano del móvil al volante y llamar en el momento para soltar un buen par de palabras gruesas. Sin embargo, hace un par de meses me sorprendió esta furgoneta que sí llevaba un letrero similar aunque más prolijo. Vean, vean (pinchar en la foto para ampliar; el borrón en el número es mío).
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