Qué frío que está haciendo en Madrid. El último día de vacaciones, en el trabajo, uno de mis colegas aludia con envidia al clima caluroso que supuestamente me esperaba en Madrid. Un comentario que he oído innumerables veces en Inglaterra, y al que contesté como de costumbre, con el secreto placer de contradecir tópicos arraigados: en Madrid suele hacer en invierno más frío que en Inglaterra.
El mal tiempo es uno de los rasgos tópicos que te vienen a la cabeza al pensar en Inglaterra. Quizás el primero. Es bastante injusto: el clima en el sur de Inglaterra es similar al del norte de Europa. El clima parisino no difiere tanto del de Londres. Incluso me atrevería a decir que en lugares como en los Países Bajos el tiempo es más lluvioso y gris. Este año en particular el otoño ha sido una maravilla en Bristol: ha llovido poco, y el sol ha brillado muy a menudo. En diciembre las temperaturas han bajado y la semana justo antes de venirme a Madrid de vacaciones ha hecho bastante frío pero nada comparado con las temperaturas de estos días en la capital de España.
En Inglaterra nunca suele hacer mucho frío. En el sur de Inglaterra pocas veces baja de 5 grados. El clima es lluvioso, desde luego, y los días son húmedos y grises. En invierno los días son muy cortos: amanece sobre las siete y pico y se hace de noche a las cinco. Pero al mismo tiempo en verano los días se alargan más que en España. Los veranos en Inglaterra son como una agradable primavera en Madrid, perfectos si no fuera por los ocasionales días lluviosos o nublados.
En lo que Madrid sí que es mejor sin duda alguna es en los otoños: el buen tiempo puede llegar a durar hasta noviembre. Y también las primaveras: mayo puede ser maravilloso cuando no llueve. En Inglaterra, sin embargo, los veranos mueren irremisiblemente en septiembre y hay que tener suerte para que el buen tiempo comience en mayo.
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