A principios de abril, Royal Mint, la ceca británica, desveló los nuevos diseños que pronto decorarán el reverso de las monedas en circulación en el país y que fueron escogidos mediante concurso público. Aún no las he tenido en mis manos, pero viendo las imágenes que hay disponibles en Internet mi opinión es que los nuevos diseños son excelentes: elegantes y de aspecto muy contemporáneo. Muchísimo más bonitos que las monedas de euro, cuya cara común es vulgar e insípida, y cuyas caras nacionales en general tampoco muestran gran ambición estética (desde luego, no las de España).
Los nuevos diseños de moneda británicos han levantado cierta polémica. Muchos galeses se han molestado por no encontrar ningún símbolo de su país en ellos. Esto se debe a que las nuevas monedas están decoradas exclusivamente con el escudo británico, en el cual no hay presente ningún elemento propio de Gales. Anteriormente, las monedas de dos peniques mostraban las plumas del príncipe de Gales y algunas monedas de libra estaban decoradas con el dragón.
Otros han lamentado la desaparición de Britannia, alegoría femenina del país cuya presencia en las monedas inglesas data del siglo XVII, y que hasta ahora decoraba las monedas de 50 peniques.
Más información: Coins of the pound sterling (Wikipedia)
martes, abril 29, 2008
Lavado de cara de los bolsillos británicos
martes, abril 15, 2008
Ríos de sangre
El próximo día veinte de este mes se cumplen veinte años de que el político conservador Enoch Powell pronunciara en un hotel de Birmingham, ante activistas tories, su famosísimo discurso conocido como "Rivers of Blood", uno de los más importantes de la historia británica reciente.
En el discurso, con claros tintes racistas, Powell denunciaba la generosa política de inmigración británica de esos años, que ponía pocas trabas a la llegada de ciudadanos de países de la Commonwealth. Auguraba un futuro catastrófico en el que "en veinte años el hombre negro tendrá bajo su látigo al hombre blanco", y citaba una línea de la Eneida de Virgilio, "Guerras, hórridas guerras, y el Tíber espumante de la mucha sangre estoy viendo", que acabaría dando nombre a su alocución.
El discurso fue muy polémico, y Powell fue cesado fulminantemente de su puesto de ministro de Defensa en la sombra por el líder conservador Edward Heath. No obstante, una proporción grande de la población simpatizaba con sus ideas, y recibió numerosas muestras de apoyo, entre ellas una huelga de estibadores, 1000 de los cuales marcharon a Londres para expresar su desacuerdo con su cese. Con los años, en la cultura política británica, Powell se convertiría en el paradigma del lado oscuro xenófobo del país. En la actualidad, su figura sólo es reivindicada abiertamente por la ultraderecha.
Enoch Powell era un personaje peculiar. Tenía una gran erudición y una capacidad intelectual prodigiosa, que le ayudó a convertirse en catedrático de Griego en la Universidad de Sydney con tan sólo 25 años. En la II Guerra Mundial alcanzó el grado de teniente coronel. Después de su discurso no volvió a ostentar cargo de responsabilidad en el partido Conservador. Lo abandonó finalmente a mediados de los años setenta, como protesta por la entrada del Reino Unido en la Comunidad Económica Europea. Acabó su vida política en Irlanda del Norte como diputado unionista.
Más información:
Enoch Powell's "Rivers of Blood" speech (Telegraph), Obituario de Enoch Powell (The Guardian), Rivers of Blood speech (Wikipedia)
En el discurso, con claros tintes racistas, Powell denunciaba la generosa política de inmigración británica de esos años, que ponía pocas trabas a la llegada de ciudadanos de países de la Commonwealth. Auguraba un futuro catastrófico en el que "en veinte años el hombre negro tendrá bajo su látigo al hombre blanco", y citaba una línea de la Eneida de Virgilio, "Guerras, hórridas guerras, y el Tíber espumante de la mucha sangre estoy viendo", que acabaría dando nombre a su alocución.
El discurso fue muy polémico, y Powell fue cesado fulminantemente de su puesto de ministro de Defensa en la sombra por el líder conservador Edward Heath. No obstante, una proporción grande de la población simpatizaba con sus ideas, y recibió numerosas muestras de apoyo, entre ellas una huelga de estibadores, 1000 de los cuales marcharon a Londres para expresar su desacuerdo con su cese. Con los años, en la cultura política británica, Powell se convertiría en el paradigma del lado oscuro xenófobo del país. En la actualidad, su figura sólo es reivindicada abiertamente por la ultraderecha.
Enoch Powell era un personaje peculiar. Tenía una gran erudición y una capacidad intelectual prodigiosa, que le ayudó a convertirse en catedrático de Griego en la Universidad de Sydney con tan sólo 25 años. En la II Guerra Mundial alcanzó el grado de teniente coronel. Después de su discurso no volvió a ostentar cargo de responsabilidad en el partido Conservador. Lo abandonó finalmente a mediados de los años setenta, como protesta por la entrada del Reino Unido en la Comunidad Económica Europea. Acabó su vida política en Irlanda del Norte como diputado unionista.
Más información:
Enoch Powell's "Rivers of Blood" speech (Telegraph), Obituario de Enoch Powell (The Guardian), Rivers of Blood speech (Wikipedia)
lunes, abril 07, 2008
Corta el rollo repollo
La fiebre de las promociones en la prensa diaria parece ser un fenómeno que afecta a toda Europa, supongo que debido a la caída de ventas. Pero mientras que en España la moda son las interminables cartillas de cupones para adquirir DVDs o incluso artilugios electrónicos, en Inglaterra tienen más inventiva: el Guardian ha decidido acompañar su edición de hoy con un obsequio consistente en semillas de repollo.
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