
El episodio en concreto tuvo lugar el 25 de octubre de 1854 en el transcurso de la batalla de Balaclava. En uno de los lances, el Mariscal Lord Raglan, al mando de las fuerzas aliadas, quiso evitar que los rusos se apropiaran de unas piezas de artillería pertenecientes a una posición que habían capturado recientemente. Para tal efecto, a través del capitán Nolan, envío la orden al conde de Lucan, comandante de la caballería, de que enviara a sus unidades para prevenirlo.
Lo que Raglan no sabía era que los únicos cañones que se podían ver desde la posición de Lucan eran el grueso de las baterías rusas, situado al otro lado del valle. Por tanto, Lucan dio la orden a Cardigan, que estaba al mando de la brigada ligera, de que tomara a unos seiscientos setenta de sus caballos y cargara contra esta posición, que estaba situada a alrededor de una milla de distancia.

Tres semanas después, el suceso fue publicado en el diario The Times por William Howard Russell, uno de los primeros reporteros de guerra. Pese a que el número de bajas no había sido tan alto (una ínfima parte de las decenas de miles de muertos que sufrieron los aliados durante toda la guerra), lo espectacular de la pifia levantó un gran interés y controversia en la opinión pública británica. El poeta Tennyson se aseguraría de que esta gesta militar se convirtiera en leyenda con su poema "The Charge of the Light Brigade", pero en un orden de cosas menos heróico, tanto Lucan como Raglan se vieron acusados de haber sido responsables del desastre por haber asumido ciegamente una orden claramente irracional y suicida. Nolan, quien murió en el transcurso de la carga, también fue señalado como culpable por no haber transmitido la orden correctamente.
El modelo aristocrático del Ejército quedó desprestigiado; la oficialidad, que tradicionalmente había sido reducto de quienes podían permitirse pagar las enormes cantidades necesarias para mantener su puesto, fue acusada de incompetencia, prepotencia y desprecio hacia las vidas humanas de la tropa. Es interesante recordar que fue también durante la Guerra de Crimea cuando Florence Nightingale se hizo famosa por su lucha por mejorar las condiciones de los heridos de guerra británicos.
El Conde de Cardigan, protagonista de esta historia, también tiene su lugar en la historia como persona que popularizó las chaquetas del mismo nombre. Curiosamente, hay otra prenda de abrigo cuyo nombre se debe a estos sucesos históricos, aunque sólo en inglés. Hablo de balaclava, que es como los británicos llaman a los pasamontañas.
Más información:
The Charge of the Light Brigade (In Our Time, BBC Radio 4),
Charge of the Light Brigade (Wikipedia en Inglés;también en español), Why the charge of the Light Brigade Still Matters (BBC),