Quienes leéis este blog sabéis que me gusta mucho fijarme en las nimiedades y los detalles intrascendentes que veo a mi alrededor. No sólo lo hago en el Reino Unido; durante mi estancia navideña en Madrid he recopilado un puñado de observaciones:
Vermú: He observado como, de repente, en un montón de bares sirven vermú de grifo. No parece que se trate de una inesperada vuelta a la popularidad de esta bebida: todos los grifos que he visto eran de la marca Zarro, lo cual parece indicar que se trata de una apuesta de alguna empresa por promocionar este licor. A mí me parece fantástico: es una bebida que me gusta, y en cualquier caso todo aquello que sirva para aumentar el abanico de posibilidades para acompañar una tapita de aceitunas (o de lo que sea) es bienvenido.
Matrículas: La última moda que he visto en algunos coches madrileños es lucir la matrícula delantera de tamaño "italiano", es decir, más pequeña que la habitual. Hasta ahora esto sólo lo había visto en los Alfa Romeo.
Humos: Varios meses después de la introducción de la Ley Antitabaco, es evidente que su aplicación en la hostelería ha sido un fracaso (espero que en el entorno laboral la nueva legislación se esté respetando más). En realidad, los no fumadores estamos ahora en una situación peor: no sólo tenemos que seguir soportando el hedor del tabaco en la mayoría de los locales, sino que tenemos que soportar los llamativos carteles a la entrada de bares, cafeterías y restaurantes recochineándose de que en su interior está permitido fumar.
Supermercados: Algo de lo que llevo fijándome desde hace tiempo es que en las tiendas se empiezan a encontrar productos orientados a los nuevos españoles. En esta ocasión, en el supermercado a donde fui a hacer la compra del emigrante, pude encontrar morocho, que es una variedad de maíz típica de Ecuador. Es significativo que este producto no estaba colocado en la sección de alimentos internacionales, junto a los tradicionales preparados de comida china, mexicana o india, sino en la de legumbres, junto a productos tan españoles como los garbanzos o las lentejas.
5 comentarios:
Qué razón tienes en lo de los humos. Es insufrible. Yo incluso diría que ahora se fuma más en los bares y restaurantes. Un fracaso y un error no atreverse a la prohibición total. Yo ya estoy esperando que llegue julio, cuando entrará aquí en vigor la prohibición de fumar en pubs, bares y demás lugares públicos
Uy yo no empiezo con el tema de los humos, que me sulfuro. Una de las cosas que más echo de menos cuando estoy en Inglaterra es tomar el vermut con unas aceitunitas. Lo pedí con mi madre en un restaurante italiano y nos miraron como si fuéramos marcianas (además de clavarnos un puñal que ni te cuento)
Afortunadamente lo de no fumar en las oficinas se cumple casi a rajatabla. Siempre hay tipos que se saltan la ley fumando en los baños. Pasa igual en los aeropuertos, estaciones...
Coincido con Borja en que debía haber prohibido en todos los estableimientos hosteleros, pero en fin, se van dando pasos, y lo más importante, se están cumpliendo en la mayoría de los sitios (donde por cierto en casi todos ya estaba prohibido fumar como en hospitales o universidades).
Saludos.
Otra cosa que no entiendo es que, aunque en Inglaterra también está (de momento) permitido fumar en la mayoría de los pubs y sitios de copas , nunca he sentido en ellos la misma sensación de asfixia que experimento en los garitos madrileños.
No sé si es que la gente fuma menos aquí, o (posiblemente), que los sistemas de ventilación de aquí son mucho más efectivos
Lo de los humos es de juzgado de guardia. En mi familia todos fuman menos yo y siempre me toca o ir a zona de fumadores o tomarme el café sola en la mesa mientras los demás salen a echar el cigarro de turno.
No sabía que la matrícula pequeña se llamara italiada. Mi coche la tiene, pero pensé que se debía a que era pequeño, no a la moda.
Saludos
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