Parece ser que el IRA se ha desecho de todo su arsenal, según ha sido verificado por dos observadores imparciales. Llama la atención, sin embargo, la tibieza con que ha sido recibida la noticia. Pese a que en los distintos medios de comunicación se habla de lo "histórico" del anuncio, en el ambiente se nota cierta falta de entusiasmo, motivada, creo yo, por lo tardío de este gesto y por la serie de acciones turbias en las que el IRA se ha visto metido durante el último año, como el asesinato de Robert McCartney o el gran robo al Northern Bank. Poca gente duda que la banda norirlandesa decidió hace tiempo renunciar al terrorismo a gran escala, pero no está del todo clara su voluntad de abandonar los comportamientos clandestinos y la violencia de baja intensidad. En cualquier caso, el balón está ahora en el tejado de los unionistas, cuyos grupúsculos armados tampoco han demostrado al 100% que están dispuestos a abandonar la violencia, y cuya base social está desorientada y desmoralizada, sintiéndose abandonada del Gobierno Británico.
En España, según mi opinión, se suele malinterpretar el conflicto norirlandés. Mucha gente suele trazar paralelismos, muchas veces de forma interesada, entre la violencia en el País Vasco y la que se dio en Irlanda del Norte. Lo cierto que que los parecidos entre los dos fenómenos, más allá del protagonismo en ambos casos de bandas terroristas de índole nacionalista, son bastante limitados. La escala del conflicto norirlandés, que los británicos llaman the Troubles, ha sido siempre mucho mayor se mire como se mire: en número de muertos, tácticas empleadas por los distintos bandos y en consecuencias para la población civil. En su peor momento, allá por los años 70, Irlanda del Norte estuvo virtualmente sumida en una guerra civil.
De una sutil pero significativa diferencia no me di cuenta hasta que me vine a vivir al Reino Unido. Aquí me di cuenta de que, realmente, Irlanda del Norte es considerada por la mayoría de los habitantes de Gran Bretaña como un territorio ajeno, cuyos problemas han de ser solucionados por sus habitantes. Me da la impresión (quizás equivocada) de que a mucha gente de aquí le da igual tanto si Irlanda del Norte permanece como parte de la corona británica como si no. Esta indiferencia se plasma en los medios británicos: la actualidad norirlandesa apenas figura en ellos de forma relevante, salvo cuando la noticia es de gran calibre.
En España, por contra, todo lo que sucede en Euskadi suele tener amplia repercusión en los medios de comunicación de todo el país, y condiciona considerablemente el discurrir de la política española. El peso del País Vasco en España es mucho mayor que el de Irlanda del Norte en el Reino Unido, desde el punto de vista económico, cultural, político y afectivo.
Más infomación: The troubles (Wikipedia en inglés), The Troubles (Gráfico animado de The Guardian)
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