En mi última escapada a Inglaterra de hace unas semanas, al hacer la visita obligada al pub, observé con extrañeza que del borde del vaso en el que me sirvieron mi cerveza había desaparecido el tradicional dibujito de la corona al que estaba acostumbrado. En su lugar encontré el simbolo europeo "CE" acompañado de un críptico conjunto de números y letras.He estado investigando y parece ser que es la consecuencia de una directiva europea sobre instrumentos de medida que entró en vigor recientemente. He aprendido también que el símbolo de la corona data de 1699, cuando empezó a utilizarse como marchamo que certifica que el recipiente tiene el volumen reglamentario. El dibujito, hasta hace poco, iba acompañado de un número que identifica la oficina inspectora que ha verificado su conformidad.
Extrañamente, no he encontrado mucho eco en los principales medios de comunicación sobre la sustitución de la corona por el "CE" (que, por cierto, por fin sé qué significa: conformité europeene). Hay mención de ello en la BBC, en el Independent, y en términos bastante más furibundos, como no, en el Daily Mail, ese diario ultraconservador que no pierde oportunidad de entrar al trapo ante los atropellos de Bruselas, sean reales o inventados.En esta ocasión, sin embargo, no puedo evitar sentir cierta simpatía hacia quienes lamentan la pérdida de la corona. Este detallito coqueto decoró muchos tragos durante mis años de vida en Inglaterra, y es indudablemente mucho más pintoresco que el árido sello de la burocracia europea.
Más información:
Why do pint and half pint glasses in pubs have a crown and a number on them (The Guardian)
, Imperial pint loses its crown (Pub Philosopher), EU stealing the crown of the great British pint (Daily Mail), Brewers battle to save crown mark (BBC), Brewers petition Blair over EU's move to decrown pints (Independent)
Una de las últimas sensaciones en Inglaterra ha sido el retorno de Delia Smith. Delia es la matriarca de todos los superchefs televisivos: antes que Jamie, Nigella, Ramsay o Rhodes, allí estaba ella, allá por los años ochenta, enseñando a una generación entera de británicos a cocinar. Su estilo personal es el del
Por azar entabló contacto con una agente literaria, que le consiguió un trabajo de columnista gastronómico en el Daily Mirror, con cuyo viceeditor se casó poco después. En 1971 publicó su primer libro, y dos años después apareció protagonizó en televisión su primer programa. Fue sin embargo el programa posterior de la BBC 